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Proyecto para captar agua de la 'quebrada Corazón' costará $5.600 millones

Proyecto para captar agua de la 'quebrada Corazón' costará $5.600 millones

Quebrada corazón, ubicada también en la zona del Cañón del Combeima en Ibagué. 

Ibagué tendrá una nueva fuente de captación de agua, luego que la Corporación Autonóma Regional del Tolima (Cortolima) aprobó la concesión para obtener 231 litros por segundo de la quebrada Corazón.

Se trata de una fuente alterna que permitirá optimizar el sistema de acueducto de la Capital Musical y reducir la dependencia exclusiva del río Combeima, especialmente en temporada de lluvias. 

El proceso requirió más de dos años de estudios, trámites y gestiones ante Cortolima, entidad que finalmente otorgó el aval para el uso de esta fuente hídrica, después de rechazarlo en el primer intento. Por ahora se está a la espera del aprovechamiento forestal. 

"Son en total cuatro autorizaciones que necesitamos para el inicio de este proyecto. Tenemos ya dos permisos de ocupación de cauce, más el de concesión que le da vida al proyecto y poner en funcionamiento esta línea de aducción. El último que nos faltaría es el aprovechamiento forestal que va por muy buen camino en la corporación", explicó la gerente del IBAL, Érika Palma. 

Para la implementación de este proyecto, la Administración Municipal dispuso más de $5.600 millones dentro del Plan Departamental de Aguas, recursos que serán utilizados en la infraestructura necesaria para integrar esta fuente al sistema de abastecimiento de la Capital Musical.

La quebrada Corazón, que se ubica más arriba del río Combeima, tiene unas características microbiológicas y fisicoquímica diferentes a las de la cuenca, con las cuales se esperan mejorar el suministro de agua en la capital tolimense. 

En su momento, la gerente Palma defendió este proyecto, pese a los cuestionamientos que recibió. Otras voces, como la del concejal Andrés Zambrano, manifestaron que los verdaderos problemas de Ibagué son la falta de infraestructura para tratar el agua captada y el desperdicio del líquido por culpa de las fugas. Sin embargo, Palma defendió el proyecto por sus beneficios a un largo plazo.

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