La de este domingo será otra de las tantas cruzadas que desde hace décadas vienen librando los habitantes de Payandé en el propósito de exigir que les permitan vivir y gozar de un ambiente sano.

Esa lucha se libra contra la empresa multinacional Cemex que desde los años 90 trabaja en la explotación de materiales que van con destino al sector de la construcción. La empresa mexicana cuenta con 5 títulos de explotación en la zona de Payandé San Luis y ha surgido una nueva controversia porque se tramita una nueva licencia que prácticamente dejaría en peligro inminente el casco urbano del corregimiento.

Esa es una de las peleas centrales que se libran en este momento y es uno de los motivos de la marcha de este domingo. El profesor Heber Meneses Guarnizo, oriundo de Payandé, se ha constituido en un férreo activista ambiental para que sus conciudadanos tengan el derecho a gozar de un ambiente sano. “El problema más grave para la comunidad es que el EOT (Esquema de Ordenamiento Territorial) tiene 21 años y ya es hora de actualizarlo. Los alcaldes de San Luis han hecho caso omiso a los reclamos y solicitud del nuevo EOT que limite la operación minera, y mientras tanto el beneficiado es Cemex”, afirma Meneses Guarnizo.

Los años ambientales

De acuerdo con los líderes ambientales, los daños que se ciernen sobre Payandé son de incalculables consecuencias. 

• Daños en la quebrada Chicalá que abastece el acueducto municipal y veredas, la  mina está a 22 metros de la quebrada, Cemex dice que aguas de la mina son de lluvias y no de la quebrada.
• Operación minera a 160 mts del casco urbano de Payandé.
• Desaparición de la quebrada ‘El ojito de agua’.
• Daños a la quebrada El Salado.
• Exterminio de bosques aledaños al pueblo.
• Pésima calidad del aire.
• Deterioro de 80% de la malla vial interna de Payandé por el transporte pesado que acarrea materiales a Cemex.
• Deterioro estructural de viviendas por efecto de voladuras. 
• Empleo indirecto o subcontratado de subsistencia mínima.
• Falta inversión social significativa en Payandé donde opera la minería.
• Apropiación abusiva de vías públicas antiguo sector de La Calera.

Además,  contra la empresa Cemex se le atribuyen otros hechos como la apropiación de un predio, que es propiedad del municipio y cuyo único beneficiario es la Junta de acción comunal de Payandé. Los denunciantes dicen que en 25 años Cemex no han pagado un solo mes de arriendo por uso industrial de ese predio.

También hay quejas en el sentido que el precio del cemento en Payandé está por encima de ciudades como Bogotá. Que la empresa prohíbe a empleados directos o indirectos participar en denuncias o cualquier tipo de expresión que denuncie la situación ambiental asociada a su operación. De igual manera se denuncia incumplimiento a convenios de apoyo educativo (becas) a estudiantes del municipio.

En otros puntos que han dado margen al inconformismo sobresalen el mal estado de la vía hacia Payandé en el sector de la planta Caracolito, pavimentada hace ya 24 años por Cemex. El pago a los proveedores de insumos y servicios, 120 días después de cumplida la provisión. Invasión de vías terciarias (veredales) en los sectores cercanos a mina. No apoyan obras de infraestructura en Payandé. Hacen acuerdos con autoridades administrativas sin tener en cuenta a la comunidad.

Crítica hacia Exministra de Medio Ambiente

Otra de las mayores molestias, tienen que ver con la posición de Beatriz Uribe Botero, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Cemex, pues no ha reconocido en las mesas de concertación realizadas en Payandé los efectos negativos de la minería extensiva y extractivista que ocasiona Cemex.

“No se entiende cómo una funcionaria que fue Ministra de Medio Ambiente se ponga de espaldas a la comunidad cuando esta tiene la razón y por lo tanto hace un reclamo justo. Lo de la funcionaria Beatriz Uribe es un caso claro de ‘puerta giratoria’”, dijo una de las lideresas ambientales de Payandé.

Hay que recordar que Beatriz Uribe Botero, fue ministra del Medio Ambiente en el gobierno de Juan Manuel Santos, viceministra de Vivienda del presidente Álvaro Uribe, gerente de la campaña presidencial de Andrés Felipe Arias. Pertenece al Partido Conservador.