De acuerdo con el cronograma establecido de terminación de la obra, la nueva planta física de la Institución Educativa La Sagrada Familia se había fijado como fecha de entrega el próximo 29 de agosto de 2022.

Pues bien, el consorcio encargado de ejecutar la obra anunció este martes en reunión en las instalaciones de Simatol, que no puede cumplir con ese compromiso. De acuerdo con el informe rendido a la comisión de veeduría de la que hacen parte padres de familia, docentes y estudiantes, lo mismo que ediles, la obra a la fecha tiene apenas un avance del 50 por ciento, es decir, que es imposible cumplir con el plazo inicialmente estipulado.

En otras palabras, los estudiantes y docentes seguirán con el viacrucis de no poder en el segundo semestre entrar de manera completa en la presencialidad. Tendrán que seguir en la alternancia, pues según lo anunciado por el consorcio el nuevo colegio estará listo a finales del presente año.

La situación es compleja, pues los estudiantes reclaman volver a la presencialidad y los docentes los apoyan, pero exigen condiciones adecuadas para poder brindar una educación de calidad.

La constructora argumentó que la imposibilidad de cumplir con el cronograma acordado se debe a varios a factores, entre ellos el crudo invierno, retraso en el suministro de materiales, complicaciones con la mano de obra, entre otros inconvenientes.

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Se desnudan falencias  

En la reunión en la que estuvieron presentes delegados del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa-FFIE y la Secretaría de Educación, a la par que se recibía el informe sobre el avance de la obra, salieron a flote inquietudes que no dejan de ser preocupantes dentro de la comunidad estudiantil.

Hubo reclamo por parte de estudiantes, docentes y padres de familia porque nunca se socializó el diseño del nuevo colegio. En ese orden se hizo énfasis en que los espacios deportivos al parecer no son los indicados, lo mismo que otras necesidades vitales para el bienestar tanto de estudiantes como de los docentes.

El hecho de llamar la atención sobre los espacios deportivos tiene su importancia, pues La Sagrada Familia es una institución que sobresale debido a que sus estudiantes se destacan en distintas disciplinas deportivas y sería incongruente que la nueva planta física no contara con espacios adecuados para la recreación y la práctica deportiva.

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Es claro que, por tratarse de colegios nuevos, estas nuevas construcciones deberían responder a unos espacios modernos, versátiles y necesarios, pero las quejas que se empiezan a manifestar frente a los colegios que se han entregado dejan inquietantes dudas.

¨Por ejemplo, el nuevo colegio Juan Lozano no cuenta con espacio para la cooperativa ni una sala de profesores funcional, entre otras falencias.

Una prestigiosa institución como la Sagrada Familia, con cerca de dos mil estudiantes, que ha esperado por más de 10 años este nuevo colegio, merece una planta física excelente.