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“No voy a permitir que Mauricio Jaramillo opaque mi liderazgo”: Gentil Gómez

“No voy a permitir que Mauricio Jaramillo opaque mi liderazgo”: Gentil Gómez

Por Alejandro Hernández


La llegada de Gentil Gómez Oliveros sacudió al Partido Liberal del Tolima en la actual campaña electoral. El líder campesino, convertido hoy por hoy en uno de los mejores oradores del departamento, llegó a la lista de candidatos por el Partido Liberal a la Cámara de Representantes por el Tolima, y de inmediato provocó remezón en las bases de esa colectividad.

Con un discurso enérgico, que evoca los postulados del liberalismo clásico, Gentil Gómez se ha ganado un espacio importante dentro de las bases del liberalismo tolimense. Con el candidato Gómez, hay quienes piensan que el partido ya debe trascender nombres como el de Mauricio Jaramillo.

A sus 45 años, Gentil Gómez ya sabe lo que es ser diputado del Tolima, alcalde y concejal de Melgar, y ahora aspira llegar al Congreso de la República. Al interior de esa lista, se asoma junto a Camilo Delgado como el contendor fuerte de la candidata Olga Beatriz González, en la puja por asegurar al menos una curul, aun cuando en el liberalismo hacen cuentas que sacarán dos curules.

Gentil Gómez es directo en sus opiniones. No titubea en cuestionar públicamente a Mauricio Jaramillo o al mismo César Gaviria, jefes del Partido Liberal a nivel regional y nacional. Eso le ha valido confrontaciones y enemistades con el oficialismo liberal, pero al mismo tiempo esa rebeldía ha despertado simpatías como la de los exgobernadores liberales Luis Carlos Delgado y Fernando Osorio Cuenca, quienes lo acompañan de lleno en la campaña.

Además, ha logrado apoyos como los del concejal Rubén Darío Correa en Ibagué y del exsenador Carlos García Orjuela, que entrarán a engrosar el electorado que tiene Gentil Gómez, especialmente en el oriente del Tolima.

El candidato a la Cámara, Gentil Gómez Oliveros, recibió en su sede de campaña al equipo de El Cronista.co.

 

En diálogo con El Cronista.co explicó sus propuestas para el departamento, cuestionó sin tapujos al jefe máximo del Partido Liberal en el Tolima, Mauricio Jaramillo y prometió revitalizar al Partido Liberal desde sus bases.

El Cronista.co: ¿Qué nos puede contar de sus raíces, que están muy ligadas al campo?

Gentil Gómez: Lo que he sido toda mi vida es un comerciante y un agricultor. Mi papá me enseñó a trabajar la tierra y comercializar lo que producíamos. Así crecimos en el oriente del Tolima; en las plazas de Villarrica, Cunday y a cuanta plaza llegábamos. A Melgar, llegó toda la familia por lo mismo que la mayoría de campesinos: falta de oportunidades y huyendo de la violencia.

Pero eso no fue un obstáculo para llegar a esa bella ciudad que me vio empujar una carretilla, cargar bultos y después me dio la confianza de ser su concejal y alcalde.


“Mauricio Jaramillo debe abrir las puertas que separan al liberalismo del pueblo tolimense”


EC: ¿Cómo alguien pasa de cargar bultos y empujar una carretilla, a ser alcalde?

GG: Trabajando, no hay otra forma. La adversidad se derrota trabajando. A pesar que esta es una sociedad compleja, siempre hay una oportunidad para quien persiste. Yo no hablo de pobreza, no me gusta, hablo es de carencias materiales, las cuales se pueden suplir con trabajo constante.

EC: ¿Y en qué momento se dio cuenta que la política era lo suyo?

GG: Yo creo que nací para esto de la política. Desde muy niño mi papá me enseñó a respetar la democracia, las instituciones y a cumplir mis deberes como ciudadano, y me enseñó los principios de la libertad, que son parte fundamental de la ideología liberal. Desde primaria y bachillerato ya me sentía capaz de organizar procesos, eventos; fui personero, fundamos un club radial, un periódico y ahí arrancamos.

“No he venido a sacudir nada, es que el Partido Liberal es de gente que no se queda quieta. Es de gente libertaria, que no se queda callada”.

EC: Usted viene del Partido de la U, que se desprende del Partido Liberal. Llega para estas elecciones y sacude esa lista. ¿Cuál es su objetivo al sacudirla?

GG: En mi vida política hay un día muy triste. Eso ocurrió cuando Mauricio Jaramillo y Carlos García no se pusieron de acuerdo y se dividieron. Eso ocasionó que militara en La U. Pero siempre he sido un liberal. Que me quieran ahora desconocer es otra cosa. Hoy que tengo madurez, autonomía y manejo una estructura, quiero consolidar ese liderazgo en el partido de mis querencias y ancestros. No he venido a sacudir nada, el Partido Liberal es de gente que no se queda quieta. Es de gente propositiva, libertaria, que no se queda callada.

“He venido a revivir el debate en el Tolima, eso es lo que falta, y a convocar a los liberales que piensan que el partido ha muerto”.


El Partido Liberal se había quedado en una catalepsia política. He venido a hacer lo que un liberal debe hacer: ir al campo, las veredas, a hablar con los actores sociales. He venido a revivir el debate en el Tolima, eso es lo que falta, y a convocar a los liberales que piensan que el partido ha muerto.


“En el Tolima parece que la política se personalizó. Unos se dicen ‘jaramillistas’ y otros ‘barretistas’”


EC: ¿Usted también cree que desde otros sectores están menospreciando al Partido Liberal, y hasta lo dan por muerto en el Tolima?

GG: Lo único que puede refrendar la grandeza de un partido es el trabajo de base. En el Tolima parece que la política se personalizó. Unos se dicen ‘jaramillistas’ y otros ‘barretistas’. Entonces pregunto: ¿Dónde están las ideas del conservatismo, del liberalismo, que tienen sus principios y valores?

Hemos personificado la democracia en el Tolima y hemos practicado el gamonalismo, que es simplemente la encarnación de las pasiones de un hombre, pero no de un partido, de un pueblo. Por eso vengo a profesar las ideas de la libertad, que están por encima de las pasiones humanas. Los hombres pasan y las instituciones quedan.


“El liberalismo debe retornar a las bases populares y a la comunicación directa con la gente”.


EC: ¿Cómo está su relación con Mauricio Jaramillo en este momento?

GG: Con el señor Mauricio Jaramillo no tengo ninguna diferencia. Él representa una generación pasada, la cual respeto y reconozco. Su legado no lo puede venir a borrar nadie. Yo lo único que pretendo es un espacio en el Partido de la amplitud democrática, de la libertad ideológica y de palabra; si eso le molesta a él, de pronto está equivocado. No vengo a acabar con su liderazgo, pero tampoco voy a permitir que opaque el nuestro y la generación que representamos. Lo invito a convivir y coexistir en las ideas de la libertad.

EC: ¿Si usted es elegido congresista, el Partido Liberal en el Tolima cambiaría totalmente de lo que ha sido hasta ahora?

GG: El liberalismo debe retornar a las bases populares y a la comunicación directa con la gente. Ellos sienten que se les tiene en el olvido, y que solo ven cada cuatro años a sus líderes. Hay que retornar a las bases, si queremos volver a ser poder y decisión en Colombia; porque hoy somos un partido gregario, un partido comodín, y eso es vergonzante, cuando hemos sido el partido que ha transformado a este país.

EC: En cuanto a propuestas, se puede ver que las suyas son eminentemente agrarias, volcadas al campo…

GG: Yo miro el campo como una posibilidad de productividad, de crecimiento en infraestructura y hasta turístico. En el campo tenemos unas deficiencias de vías, de servicios públicos, de educación, de organización de la productividad, de acceso al crédito. Por eso en un enfoque estructural propongo conectar el campo con las autopistas. Esas mismas vías para la producción servirán para el turismo.

El otro punto es lo humano. Debemos llegar con salud, con educación, con servicios públicos, con seguridad, pero de calidad. Debemos propiciar que desde el campo se puedan nuevamente construir proyectos de vida, porque se nos está envejeciendo.


“Tenemos que estar a la vanguardia, y no la gente supeditada a las dinámicas paquidérmicas de la dirigencia”.


EC: ¿Usted cree que la bancada parlamentaria del Tolima ha estado a la altura de lo que se espera de ellos?

GG: Yo solo sé que muchos hablan en sus discursos de arroz, de tinto, de tamal, de bizcocho de achiras y hasta de chivo relleno en Natagaima, pero ninguno puede hablar de agricultura como yo, que la vivo, la sufro, la disfruto, y llevo toda mi vida en esto. El próximo Congreso debe replantearse la economía de este país, y por eso quiero estar ahí. Entre otras cosas, para replantearse los TLC, que pueden acabar con nuestro campo de aquí al 2030.

EC: ¿Usted cree que el Partido Liberal logre dos curules y no solo quedarse con la que ya tiene?

GG: Yo creo en la grandeza histórica liberal y la trayectoria de un partido llamado a reformarse en su estructura democrática, y que debe reencontrarse con la génesis de esa grandeza, que es el pueblo. Nada más.

EC: Eso que usted plantea en esencia es la Revolución en Marcha de López Pumarejo…

GG: Es que las ideas liberales siempre han sido protagonistas del conciliábulo político colombiano. No tengo la culpa que los partidos tradicionales y en especial el liberalismo, como estructura política, se haya estancado frente a la libertad creciente. Tenemos que estar a la vanguardia, y no la gente supeditada a las dinámicas paquidérmicas de la dirigencia.

EC: A propósito, ¿Qué piensa del expresidente César Gaviria?

GG: Mi respeto al doctor Gaviria, por su aporte histórico al propiciar espacios para la amplitud de la democracia en la Constitución de 1991. Eso es algo que la historia le deberá reconocer y nadie se lo podrá quitar. Pero pienso que el doctor Gaviria, al igual que el doctor Jaramillo, debe abrir las puertas del liberalismo y tumbar los muros que nos separan del pueblo tolimense y del pueblo colombiano, que quieren volver a las ideas de la libertad.

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