En la mañana de este jueves 4 de septiembre, el presidente Gustavo Petro se pronunció sobre la elección del exDefensor del Pueblo, Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, hecho que ha generado profunda polémica en el país.

Para empezar, el presidente Petro de manera tajante escribió que “la elección del magistrado Camargo no tiene que ver con mi gobierno”. Dice el mandatario de los colombianos que no apostó a dominar la Corte, que ese es un imposible. “Solo presenté dos ternas para que el Senado eligiera 2 magistrados de un total de 9, la mayoría ternados por pasados gobiernos y cortes. Ese pasado contiene cuatro gobiernos del uribismo que buscaron controlar las cortes y la cúspide de la justicia; por eso se reeligieron solo ellos y cerraron la reelección para los demás”, afirma el Presidente.

Enfatiza el presidente Petro que “Todo el siglo fue dominado por el uribismo. Yo solo llevo 3 años y se me hace una tamaña acusación falsa. El dominio uribista de Colombia en el siglo XXI no solo impidió hacer una paz grande, no solo detuvo la construcción del Estado Social de Derecho ordenado en la Constitución de 1991, sino que también amplió la desigualdad social como nunca, nos condenó a la violencia y generó cortes ultraconservadoras, mancilladas por el cartel de la toga y el clientelismo judicial, cortes que no congenian con el Estado Social de Derecho sino con un Estado de Derecho vacío de pueblo”.

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De manera puntual, respecto a lo que significa la elección del magistrado Camargo, el el presidente Petro dice que “Lo que estaba en juego no era mi último año de gobierno, era la sociedad la que se jugaba los próximos 8 años. Nos jugábamos si avanzábamos hacia una democracia plena o si retrocedíamos a los años del crimen de Estado y la impunidad: la gobernanza paramilitar”.

Se refiere el presidente Petro al departamento de Córdoba, de donde es oriundo el nuevo magistrado Camargo, (nació en Cereté). “Dicen que Córdoba se siente orgullosa con lo acontecido en el Senado. No es cierto. Córdoba está llena de fosas comunes que generó una élite terrateniente que decidió quitar la tierra, matar estudiantes y profesores. Nadie de esa élite habló en contra del genocidio cordobés, ni siquiera quien fue defensor del pueblo en el gobierno Duque”.

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La desconfianza hacia Camargo

Seguidamente, el jefe de Estado en su pronunciamiento acerca de la elección del magistrado Carlos Camargo realizada por el Senado, lanza una advertencia contundente. “Por eso no confío en Camargo para defender la Constitución de 1991. No confío en quien se silenció ante el fascismo, en quien no protestó contra el asesinato de los jóvenes —más de seis mil inocentes en el gobierno Uribe— ni ante el encarcelamiento de los 3.000 jóvenes por los fiscales de Duque, muchos de ellos entregados a las mafias. Que Camargo tenga su segunda oportunidad; él verá si la aprovecha en pos de un Estado Social de Derecho y yo estaba equivocado”.

Remata el pronunciamiento en el que resalta que por “Por ahora, mis aliados y aliadas solo serán quienes entendieron en qué consistía la elección y no escogieron el camino de la traición al presidente y al proyecto democrático”.