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La historia del primer deportista tolimense en los Juegos Paralímpicos

La historia  del primer deportista tolimense en los Juegos Paralímpicos

Kevin, fue a al país en las olimpiadas paralímpicas de París 2024 ya se prepara para  Los Ángeles en 2028

Por: Jhenifer Rodríguez

Durante su regreso de París a Ibagué, Kevin Moreno, imaginaba un cálido recibimiento por parte de su ciudad, orgullosa de verlo hacer historia en la natación tolimense pero "Senti que el recibimiento fue más bonito en Bogotá. D.C, aquí no me hicieron recibimiento como tal", contó. Desde ya se prepara para para los próximos Juegos Paralímpicos que se realizaran en Los Ángeles en 2028. 

Kevin Moreno, fue a representar entre agosto y septiembre en las olimpiadas paralímpicas de París 2024, y en las que se ubicó entre los nueve mejores del mundo, hoy continúa viviendo en el barrio Boyacá, de la Capital Musical y va entrenar todos los días a las piscinas del Parque Deportivo en la Liga de Paranatación del Tolima, con Carlos Ávila, el  entrenador que se ha convertido en su ángel guardián.   

Una familia de nueve y una fe inquebrantable

Kevin nació con artrogriposis múltiple congénita (AMC), una condición que afecta el desarrollo de músculos y articulaciones. Desde muy pequeño entendió que su vida no sería sencilla, pero también supo que estaría marcada por la unión de su familia, integrada por sus padres, Alfonso y Natalia, y sus seis hermanos. "No teníamos lujos, pero sí amor. Jugábamos, veíamos películas, bailábamos. Mi infancia fue chévere por mi familia, aunque en el colegio era otra historia", recuerda con claridad.

El bullying escolar fue una sombra constante. “Decían que yo era raro”, dice. Pero esa infancia difícil cimentó algo más fuerte que cualquier músculo: la resiliencia. Aprendió a mirarse con los ojos del amor propio y la fe: “Soy perfecto para Dios, y para mi familia. Lo demás no importa”, afirmó sonriendo.

El bautismo en el agua

A los 10 años, Kevin tuvo su primer contacto con la natación. Estaba lleno de miedo. No sabía nadar, pero sentía que tenía algo que demostrarle al mundo. El destino le puso en el camino a Andrés, un entrenador del barrio, quien lo presentó con el profesor Carlos. “Me hizo unas pruebas, me enseñó a nadar. Me enamoré del deporte”, relata.

Cuando conocí a Kevin, él estaba viendo jugar futbol a otros muchachos con ganas de jugar, pero no podía. Inicialmente la nación era parte de su terapia física, pero vimos en el caracterizas para ser un buen deportista. Llegó a ser el mejor nadador en su categoria, entonces nos dimos cuenta que con un trabajo más estructurado podíamos pensar en ir con él a una Paralimpiada”, contó el entrenador Ávila.

En su segunda competencia, en Medellín, obtuvo siete medallas de oro y batió varios récords nacionales. Ahí empezó su carrera deportiva. "Me di cuenta de que esto era lo mío. La paranatación me dio sentido, fuerza, un lugar”. Recordó el joven deportista.

El sueño de París: un viaje con sacrificios

La posibilidad de competir en los Juegos Paralímpicos surgió hace cuatro años. Su entrenador, el profesor de la Liga de Paranatación del Tolima Carlos Ávila,  le preguntó si quería hacer historia para el Tolima. La respuesta fue clara: “Me voy a arriesgar”. Empezó entonces un proceso de sacrificios, renuncias y disciplina, pues tuvo incluso que cambiar su alimentación.

El camino tuvo varios traspiés, durante su preparación para Paris 2024 Kevin Moreno sufrió una ruptura parcial del bíceps que por poco lo deja por fuera de la competencia, tuvo que parar un tiempo su entrenamiento, pero logró sobre ponerse.

No importaban la lluvia ni el cansancio. Entrenaba cada día con un solo objetivo: clasificar. Y lo logró. En Alemania, durante el clasificatorio para los Juegos Parapanamericanos, ganó cuatro medallas (una de plata y tres de bronce) y selló su paso a París.

Llegar a París fue cumplir un sueño que parecía imposible. “Cuando bajamos del avión nos recibieron con aplausos, un sello especial olímpico… fue mágico”, cuenta Kevin. Se hospedó en la Villa Olímpica, convivió con atletas de todo el mundo y competió en una piscina donde nadaron leyendas como Caeleb Dressel.

Cuando entré a la piscina, no me lo creía. Lloré. Pensé: ‘Dios mío, estoy aquí’. Fue lo mejor de mi vida”, recordó el joven atleta.

El regreso del sueño

El contraste fue brutal. En Bogotá, al regresar, hubo aplausos, fotos, reconocimiento. Pero al llegar a Ibagué, su ciudad, nadie lo esperaba. Nadie de los que alguna vez le prometieron apoyo. “Eso fue lo que más me dolió. Esperaba que me recibieran como lo hicieron en Bogotá, pero no fue así”, confesó.

Sin embargo, estaban  sus padres, sus hermanos, sus amigos de la piscina y su entrenador Carlos a quien Kevin, le esta eternamente agradecido. “Eso me bastó. Ellos siempre estuvieron”, dijo el joven deportista recuperando la sonrisa.

Actualmente se prepara para los próximos Juegos que seran en Los Ángeles, Estados Unidos, durante 2028, con la esperanza de conseguir una medalla paralímpica. “Sé que lo voy a lograr. Voy con la fe en Dios, con el corazón lleno de propósito”, afirmó Kevin Moreno el primer nadador tolimense en llegar a las Paralimpiadas, quien ha llegado a estar entre los 10 mejores.

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