El alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, se ubica entre los peores mandatarios de ciudades capitales, según la encuesta realizada por la firma Yanhass. Concretamente, se ubica en el penúltimo puesto con la misma calificación de los alcaldes 11, 12 y 13. 

La nota de 2,4 sobre 5, deja entrever la percepción negativa que tienen los ibaguereños sobre la gestión del mandatario local y su equipo de gobierno, en los primeros 15 meses al frente de la Alcaldía. 

La encuesta nacional realizada por el Centro Nacional de Consultoría y la auditoría de Yanhass, publicada por la Revista Semana sitúa al alcalde de Barranquilla como el mandatario mejor calificado con 3,6.  Le siguen los alcaldes de Montería, Villavicencio y Cartagena con 3,5. Después, los mandatarios de Medellín con 3,2; Bogotá con 3,1. El peor alcalde es el de Cúcuta con una calificación de solo 2,0. 

Dice el texto de la Revista Semana frente al alcalde de Ibagué: “la misma fotografía ocurre con el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, a quien el 18% lo califica como excelente, y el 58% como pésimo”. Cuando se refiere a la misma fotografía, hace referencia al alcalde de Cali, cuestionado por los contratos y quien enfrenta constantes críticas por parte de la oposición. 

Son muchos los factores que inciden en esta calificación ciudadana, pero se resalta en el contexto nacional la inseguridad con un 42%. La falta de empleo: 31%. La quiebra económica: 8%, la pobreza: 6%. Desarrollo económico: 5%. 

Hurtado no coge el ritmo

El alcalde de Ibagué no conecta con la gente, no sabe comunicar, y no es porque la oficina de Comunicaciones no haga bien su trabajo, es su estilo el que no convence a la población que le exige al mandatario no solo hablar para quedar bien, sino dar ejemplo con sus actos, dijo Roberto Aguirre, un ciudadano del común.

Los resultados de la encuesta también reflejan la inestabilidad en el gobierno de Hurtado. Los constantes y numerosos cambios en su gabinete, dejan ver la improvisación reinante en la Alcaldía. El más reciente y escandaloso caso, consistió en designar en la gerencia del IBAL a José Rodrigo Herrera, imputado por el desfalco de los Juegos Nacionales 2015. 

La imagen de Hurtado, además, se ha visto afectada por las polémicas a las cuales tiene acostumbrada a la opinión pública. Arrastrar un lío judicial de marca mayor, originado en el caso conocido como 'piques ilegales' del Aeropuerto Perales, le ha costado demasiado para afianzar confianza y legitimidad a su gobierno. Este caso lo ha puesto en el 'ojo del huracán', por lo que está a punto de ir juicio. 

Y como si eso fuera poco, se suma el escándalo por el supuesto uso irregular del estadio Manuel Murillo Toro. Por este caso también es investigado y este viernes debe enfrentar un debate de control político que seguramente lo llevará a un desgaste mayor de su imagen.  

Ciertamente esta cadena de hechos bochornosos no le han permitido concentrar esfuerzos para atender los graves problemas de la ciudad como  inseguridad, el desempleo y el pésimo estado de la malla vial, entre otros.