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En el 2020 desaparecieron 45 niños en el Tolima

En el 2020 desaparecieron 45 niños en el Tolima

Hace tres días Paola Orozco anunció a través de redes sociales la desaparición de su hijo en el barrio Albania de Ibagué. La vendedora informal suplica a la ciudadanía que la ayuden a encontrar su hijo, los minutos cuentan y se requiere de la solidaridad de todos. 

En el Tolima,  de acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina Legal, se registraron un total de 116 desaparecidos. 13 de ellos hombres menores de 18 años, 53 mayores de 18 años, para un total de 66 hombres. 

Las cifras indican que a 32 mujeres menores de 18 años les pasó lo mismo y 18 más mayores de 18 se suman a esa lista de los 4.680 desaparecidos en el año 2020 en Colombia. 

La angustia de las familias colombianas no tiene nombre, la incertidumbre de saber sobre su paradero, estado de salud, se convierte en el pan de cada día, no solo de los niños, sino en general de todos aquellos que desaparecen en el país sin dejar rastro alguno. 

Son 4 menores al día los desaparecidos, dice el informe de Medicina Legal. De los 1.579 infantes, 811 regresaron a sus casas, 10 más fueron encontrados muertos y 758 de ellos no se sabe de su paradero. 

Las autoridades recomiendan que los padres de familia una vez se enteren de la desaparición deben acudir para activar la ruta de búsqueda en el menor tiempo posible. Las primeras horas son claves para dar con el paradero de los infantes.

Para la psicóloga Inés Almeida, el caso de desaparición de jóvenes, el mayor grupo dentro de los infantes es de mayor complejidad, porque en muchas ocasiones se vuelan de la casa por una situación de maltrato familiar, conflictos constantes con los padres o una situación sentimental.

Dice la experta que algunos de los jóvenes se van de casa porque sienten que no están cumpliendo con las expectativas de los padres, y hechos como bajas notas en la institución educativa e incluso pérdida del año, son un detonante donde el fracaso en el rol de hijos lo presumen como no aceptable en la familia.

En cuanto a las separaciones de los padres, los jóvenes en muchas ocasiones no asimilan esta situación, los jóvenes son como carne de cañón y esta situación conduce a una serie de hechos y maltratos difícil de llevar.

Para Laurence Steinberg, profesor de sicología en la Universidad de Temple en Philadelphia, “no es extraordinario que los adolescentes abandonen el hogar sin decir a sus padres a dónde van. Si este es un incidente aislado y si el adolescente regresa a casa el mismo día o va a casa de un amigo, vecino o pariente... los padres no deben preocuparse mucho. Este dramático acto pudiera estar diseñado para llamar la atención a un problema que necesita resolverse en casa”. 

“Sin embargo, si el adolescente huye frecuentemente (más de una vez en tres meses), incluso por un corto período, algo anda mal. Si el adolescente huye a la calle y no a la casa de un amigo o vecino, los padres deben alarmarse”, dijo Steinberg al diario El Tiempo.

De acuerdo con el experto, signos de alarma a tener en cuenta son señales de insomnio, abuso de drogas o de alcohol, engaños y mentiras, hurtos, irritabilidad, riñas con los amigos y salidas de la casa sin anunciarlo.

 En caso de no saber como actuar, acuda a la alcaldía o EPS para que reciba asesoría sobre el tema. 

Convierta en hábito las conversaciones a la hora de ir a la cama y las reuniones familiares semanales, pueden evitar problemas alentando la comunicación entre los adolescentes y sus padres. 

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