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El periodismo como servicio no como negocio

El periodismo como servicio no como negocio

Las circunstancias actuales, y la coyuntura que se vive, exigen de un periodismo veraz, responsable, imparcial y ecuánime, que ponga en una balanza la información para buscar la verdad.

Sin embargo,  siendo sinceros, estas reglas no se cumplen a la perfección ni es un cristal que permite ver con absoluta transparencia ni imparcialidad el transcurrir cotidiano e histórico de los hechos que se registran en los medios de comunicación.

Toda noticia o información, por inocente que parezca, tiene sus intereses implícitos y, en ocasiones, busca resultados donde alguien es el favorecido: grupos económicos, organizaciones y personajes políticos, movimientos religiosos, organismos militares, instituciones públicas, en fin, aquellos elementos que forman la estructura y la superestructura del poder, del Estado.

Aquí se está jugando el dominio informativo sobre la sociedad con la postverdad, la manipulación, las verdades a medias, las mentiras fabricadas, la calumnia y hasta la propaganda negra, que forman parte del dominio mental que quieren mantener los detentadores del poder sobre los ciudadanos.

 Esta es una regla de manejo ideológico que se cumple en cualquier sistema social, llámese  capitalista, socialista, comunista, y con más veras en los regímenes  fascistas y neonazistas que aparecen en ciertos países tropicales como el nuestro.


En nuestro portal, *El Cronista.co*, como medio alternativo de comunicación digital, tenemos claro que nuestro objetivo no es hacer un negocio ni llenarnos los bolsillos de plata, sino cumplir una misión más sagrada: hacer un periodismo de servicio a la verdad, de convertirnos en un contrapoder que equilibre las cargas en la información.”


Hechas estas aclaraciones, tenemos que precisar que los grandes medios del periodismo colombiano desde siempre, han estado vinculados y al servicio de intereses económicos  y políticos de los potentados; y que también ha existido una contracorriente aliada a la defensa de los intereses de los más débiles, integrada por medios y periodistas demócratas que en condiciones de infraestructura y económicamente inferiores, han representado la otra cara de la información. Es decir, el contrapoder.

En nuestro criterio, la aparición del Internet y de las redes sociales, pese a todos sus beneficios, pero también a todos los perjuicios, falsedades e irresponsabilidades que en ellas se mueven, ha democratizado la información. Ya, esta no es monopolio de un grupo o medio determinado, hoy el ciudadano tiene más pluralidad y posibilidades de confrontar las noticias o la información que recibe. Tiene libertad de escoger o de opinar, si quiere, sobre los sucesos que están ocurriendo.

En nuestro portal, El Cronista.co, como medio alternativo de comunicación digital, tenemos claro que nuestro objetivo no es hacer un negocio ni llenarnos los bolsillos de plata, si no cumplir una misión más sagrada: hacer un periodismo de servicio a la verdad, de convertirnos en un contrapoder que equilibre las cargas en la información, de ganar la confianza del lector, de debernos fundamentalmente a la cada vez más creciente audiencia que nos sigue, trabajando en forma independiente, sin ceñirnos a ninguna chequera, sin dejarnos chantajear en nuestra línea editorial de ningún anunciante ni arrodillarnos a ningún gobierno.

Y valga decirlo, que de los anunciantes hacia acá no ha asomado la más mínima presión, y estamos convencidos que no aparecerá, pues hay un respeto por un ejercicio periodístico que se ha labrado gracias a la transparencia y seriedad.

En un primer editorial que escribimos cuando apareció este portal en la web, nos referimos a algunas pautas que rigen nuestro conducto y que queremos recordarlas en este día del periodista: “No confundiremos ni utilizaremos El Cronista.co como medio de presión o chantaje para nuestros objetivos meramente comerciales o personales. Respetaremos la honra de las personas y entidades, jamás jugaremos con su honor y prestigio. El objetivo nuestro será buscar la verdad”.

En estos cinco años que llevamos en nuestro ejercicio, seguimos ganando experiencias, pero también afrontando los riesgos naturales que se asumen en nuestra profesión;  pero sin duda, nos halaga y emociona, haber cumplido con honradez con nuestros lectores, de no haber acudido a artilugios o engaños, ni mucho menos haber dado porta estandartes de banderas políticas movidas por el dinero.

Nos hemos mantenido en no negociar nuestros principios, y con ello estamos satisfechos. Estamos contentos en no ser el portal con más plata ni el más ostentoso, pero si el de más credibilidad en la opinión.

El nicho de lectores nuestros puede estar seguro que los análisis y opiniones de los diversos acontecimientos que aquí tratamos, los hacemos con transparencia, fijando posiciones claras, sin mentirle al lector a través de supuestas ‘noticias objetivas’ que en el fondo son verdaderos editoriales.

Somos un medio alternativo independiente, donde la plata no es el sol que brilla, sino la inteligencia y nuestro compromiso con la verdad y con una región que clama por un periodismo independiente y diáfano en su actuar. El atraso o progreso de las  regiones son también el reflejo del periodismo que se práctica, y el Tolima no es la excepción.

A manera de colofón, recordemos la respuesta que dio horas previas a la reaparición de la renovada revista Cambio, su presidente Daniel Coronell y con la cual nos identificamos plenamente: “Acá nadie piensa que la revista Cambio es un negocio que va a producir grandes utilidades, la utilidad es el servicio público, es que exista una revista con fundamento, que tenga investigación y la posibilidad de hacerle preguntas incómodas al poder”.

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