Las reacciones a la denuncia que hizo pública El Cronista.co el pasado domingo 16 de febrero, sobre un basurero clandestino e ilegal en la comuna Ocho de Ibagué, no se hicieron esperar. Desafortunadamente, las respuestas no fueron del todo positivas para los vecinos del lote donde funcionó por varios meses este vertedero de basura a cielo abierto.

A través de un comunicado a la opinión pública, los habitantes del conjunto residencial Mandala denunciaron que, tras la publicación, empezaron a ser objeto de intimidaciones e incluso amenazas por atreverse a denunciar las irregularidades que ocurrían en este predio contiguo a la invasión Villa Resistencia.

“Se hace más preocupante que las personas que viven en la casa de ingreso al lote en cuestión y que se sabe conviven con la invasión Villa Resistencia, han estado desde ese día evacuando objetos desde la casa hacia la invasión y en la noche se escuchan gritar improperios amenazantes a quienes se asoman a los balcones del conjunto que dan vista hacia el lote”, reza el comunicado.

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Para los habitantes de Mandala, hasta asomarse al balcón se ha convertido en un riesgo. Todo por atreverse a denunciar que en este lote arrojaban grandes cantidades de basura, la quemaban y hasta lanzaban a una quebrada de la zona, la cual terminó por secarse.

“No podemos ahora asomarnos a nuestros balcones para no incomodar a las personas que, hasta ahora, entre los delitos, puede comprobarse el del daño ambiental que causaron y causan”, sostienen.

Un punto que agudiza la preocupación de los residentes de Mandala es que ni siquiera la Policía Nacional se atreve a imponer su autoridad en la zona. “Esa invasión es peligrosa y no podemos arriesgar a nuestro personal”, les responden cuando se comunican a la línea de atención de la institución.

En ese sentido, los vecinos del lote reclaman que autoridades como la Alcaldía de Ibagué y la Policía ejerzan control en la zona para brindarle seguridad a quienes residen allí.

“No es solo un problema de una zona, sino que se evidencia la falta de compromiso y lamentablemente la complicidad de las entidades encargadas de salvaguardar nuestros intereses y recursos”, agregan en el comunicado.

¿Constructora cómplice?

En el comunicado, los residentes de Mandala también cuestionan el rol de la constructora a cargo del proyecto: Dyco. Para ellos, tras la publicación de El Cronista.co, en lugar de buscar soluciones junto a la comunidad, la constructora y la administración del conjunto parecen “cómplices” del basurero ilegal.

“La constructora Dyco ha bloqueado de sus redes sociales y canales de comunicación a propietarios que han confiado en su propuesta de ‘Mandala, un proyecto de vida’, además de eliminar los comentarios alusivos al tema en sus cuentas de redes sociales activas”, aseguran.

Además, el grupo de afectados sostiene que la entrega de apartamentos en Mandala, ocurrida desde noviembre de 2024, fue apresurada. Según ellos, el conjunto todavía no ofrecía garantías de seguridad, conectividad o rutas de evacuación. “Para muchos propietarios y para la mayoría de quienes convivimos en medio de este drama, el conjunto no debió habilitarse para ser habitado aun”, enfatizan.

Contrario a lo que esperaban los residentes de Mandala, Dyco al parecer les dio la espalda en medio de este drama por el que atraviesan y habría iniciado represalias contra trabajadores suyos que tienen familiares en el conjunto residencial; como presuntamente amenazarlos con despedirlos si sus familiares continuaban con las denuncias.

Todo esto ofrece un panorama desalentador para los habitantes de Mandala, quienes anunciaron que continuarán con las denuncias hasta que resuelvan la bomba social que está a punto de estallar en la parte trasera de sus viviendas.  

“Dormimos con miedo, rodeados de ruido, olores extraños y ladridos de perros. Vivimos entre basura, quemas y escenas inquietantes. Escuchamos disparos y enfrentamos un sinfín de situaciones que afectan tanto nuestra salud física como nuestra estabilidad emocional. Si Dyco ya tiene a algunos propietarios 'entre ojos', sinceramente, me tiene sin cuidado. Seguiré escribiendo la verdad y nada más que la verdad”, sentenció una de las residentes.