Ibagué y el Tolima necesitan mega parques no solo para las nuestros, sino para bogotanos, paisas, cuyabros, boyacenses, y por su puesto para extranjeros. 

Caiké es el parque de la esperanza, es el punto de partida en una región que requiere activar el empleo, que necesita del turismo como ancla para mover la economía local. 

En junio, de acuerdo con lo expresado por la directora de la Corporación, Diana Lucía Reyes, entregan la primera etapa del complejo turístico de 30 hectáreas, una estructura que contó con una inversión desde lo privado superior a los 28 mil millones de pesos, recursos que muy poco se ven invertidos en la región.  

Caiké es un homenaje a nuestra cultura desde cuando las personas ingresan, una escultura de tamaño proporcional al parque lo recibe y le sigue luego una recepción en honor al árbol del Ocobo. Una sola pisada le dice que está en un solo lugar todo el Tolima, porque confluyen las culturas del norte, pero en especial las del sur. 

El río La Magdalena, ese que pasa por 18 de los 47 municipios y se convierte en uno de los  afluentes más importantes del país tiene también protagonismo. Al ingresar al complejo las personas pueden desde las barcazas tradicionales de nuestra cultura hacer un recorrido de mil 300 metros, y en esa aventura reconocer a las tortugas nativas del río y por supuesto la arquitectura y tradiciones del pueblo Pijao. 

Y es que Caiké es Tolima, por eso la forma del restaurante central le hace honor al plátano, símbolo de sabor de nuestra gastronomía.

 Algunos creen que este elemento se presenta solo en el tamal; pero el sancocho de municipios como Fresno, Líbano con bijao, indican que la variedad de platos típicos que se pueden combinar con la cocina internacionales que encuentra en Ibagué son otro atractivo para disfrutar.  

Para los amantes del senderismo y las aventuras, dos espacios diferentes pero que cumplen la misma misión. El primero de ellos el sendero ecológico, puntos de encuentro donde las familias tienen la oportunidad de divertirse desde el turismo de la contemplación y entretenimiento

El segundo, y quizás el de mayor aventura está en el bosque donde se desarrolla  el circuito de pirolinas 900 metros longitud lineales que teminan con el recorrido de serderos de arborimos y altura, es ver la ciudad desde arriba, es apreciar el paisaje hasta que la mirada se pierda en el horizonte. 

Las pisicinas del centro recreacional cuentan con 7.500 metros de agua, la más grande de Colombia, la que hará pensar por ejemplo a los bogotanos en venir a Ibagué, porque Caike cuenta con cabañas, camping y glamping, habitaciones comodas de hotel adecuados en el circuito mitológico, un museo interactivo donde las esculturas nos hablan, nos educan, nos entretienen.

Caike cuenta además con un centro de convenciones adecuado para mil personas pero con capacidad total de 6 mil personas, solucionando así el eterno problema que tenía la ciudad de no contar con un centro de convenciones de talla internacional.

En lo deportivo construyeron 3 canchas de fútbol reglamentarias FIFA; coliseo cubierto con capacidad para 6 mil personas y que es multiptopósito y canchas para otras disciplinas como el fútbol salón, voleiboll, pisicina olímímpica, entre otras. 

La explanada de conciertos con capacidad para 30 mil personas era otro de los espacios que reclamaba la ciudad, que debido a las construcciones en el perimetro urbano hace que este tipo de terrenos excasee, de allí la importancia del lugar que cuenta además con tecnología de punta, para que empresarios tengan mayores facilidades al momento de invertir en la región.

Comfenalco Tolima la sacó del parque con el megaparque, desde el accionar administrativo independiente nos demostró que desde la independencia administrativa se puede trabajar por la región. 

Comfenalco Tolima entonces con sus 5 centros de recreación en Armero donde está Omaira, Prado, Chaparral e Ibagué presenta la mejor oferta para la región.