Mauricio Yepes | Director FENALCE Tolima

De acuerdo con los datos proporcionados por el documento “Perfil nacional de consumo de frutas y hortalizas” (FAO – Ministerio de Salud), las principales verduras producidas en el departamento del Tolima son: tomate, zanahoria, ahuyama, pimentón, arveja, habichuela, repollo, cilantro y remolacha. El resto de hortalizas llegan de la sabana de Bogotá, a través de la central de abastos que distribuye alimentos en algunos almacenes de cadena, y las plazas de mercado del país.

De la sabana nos llega entonces apio, brócoli, lechuga, acelga, espinaca entre otras verduras; algunas de ellas irrigadas con aguas del rio Bogotá. Algo de lo que deberíamos ocuparnos de manera inmediata.

En 2009, un estudio de la Universidad Nacional con apoyo de Colciencias encontró “concentraciones excesivas de metales como mercurio, cadmio, arsénico y plomo en verduras sembradas en la rivera de este río”. Otra investigación de 2014 del departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad de los Andes, “confirmó la presencia de metales pesados en las legumbres cultivadas en Bogotá y además concluyó que Bosa es la localidad de la ciudad en la que hay más personas con presencia de metales pesados en sus cuerpos”.

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“Los tolimenses debemos mirar con detenimiento lo que pasa con el Río Bogotá, tener precaución con los alimentos que compramos y que provienen de esta zona del país”.

“El mercurio y el plomo son tóxicos para el cuerpo humano así se ingieran en concentraciones mínimas”. “El contacto con estos metales está asociado a problemas neurológicos” dice el profesor Luis Jorge Hernández de la Universidad de los Andes.

Por su parte estudios realizados por la Universidad Nacional en 2009, plantean que “los metales pesados se acumulan en el hígado, riñones y pulmones, al punto de generar problemas respiratorios y cáncer.

Como si los hallazgos anteriores fueran poco, en el año 2017 el grupo Resiliencia y Saneamiento de la Universidad Nacional demostró que en el distrito de riego La Ramada (que se extiende por los municipios de: Mosquera, Tenjo, Funza, Cota, Madrid y Bojacá) en el agua que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca -CAR autoriza para irrigar cultivos, contiene coliformes, enterobacterias, protozoos y residuos de medicamentos.

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Las coliformes, son bacterias que suelen encontrarse en la materia fecal, se asocian con enfermedades como gastroenteritis y diarrea.

Teniendo en cuenta la manera como se producen estos alimentos, quienes hoy consideran que con el cambio de hábitos mejoran su salud, están haciendo lo contrario.

Producir estos alimentos, libres de sustancias tóxicas en el Tolima es posible, gozamos de todos los pisos térmicos, suelos fértiles, una alta vocación agrícola y aguas limpias. Con apoyo estatal, desarrollo de vías secundarias y garantías de comercialización. En Ibagué se están dando pasos en la producción de alimentos sanos. La secretaria de agricultura actualmente impulsa la producción con certificación orgánica de un grupo de agricultores del municipio para llevarlos a comercializar a los mercados campesinos.

Traer estos productos a la ciudad eliminando intermediarios es una excelente alternativa para la comercialización, pues fortalece además la agricultura familiar y de la comunidad; incentiva el consumo de lo nuestro, genera espacios de reconocimiento y reivindicación social y nos acerca a los espacios rurales.

Los tolimenses debemos mirar con detenimiento lo que pasa con el Río Bogotá, tener precaución con los alimentos que compramos y que provienen de esta zona del país.