Los moteles están en crisis. Camareras, celadores, cocineros y administradores, esperan regresar a los días donde el movimiento de estos lugares tenía su propio sello. Su cierre en tiempos de pandemia los tiene en algunos casos al borde la quiebra

"Todo parece indicar que el virus no solamente quita la vida sino también las pasiones", dijo uno de los clientes que fue sorprendido en uno de los moteles ubicados en el norte de Ibagué y que fuera cerrado por las autoridades sanitarias el pasado 25 de junio. 

Algunas de las 120 parejas el sábado 20 de junio salieron ofendidas cuando de sorpresa llegaron las autoridades al lugar y sellaron los cinco moteles en donde se encontraban. El virus no era impedimento para fortalecer su salud mental, sacarle una sonrisa a la Covid19, dijo uno de sus usuarios con lo que creemos era una sonrisa picaresca, pues ahñí su usaba el tapabocas. 

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Y claro, de por medio está la salud. Entonces, aparece los temores, pues no pueden haber  abrazos y menos besos y no sobran algunos estudios que indican que a través del semen también puede transmitirse el  covid-19, mejor dicho el pánico total.

Pero más allá de las anécdotas de estas parejas que fueron noticia a nivel mundial, está el otro lado de la moneda. El que viven dueños y trabajadores de los moteles de la ciudad musical. Espacios para el entretenimiento que al cerrar sus puertas solo quedan con las obligaciones.

En Ibagué hay más de 100 empresas dedicadas a la actividad económica de establecimientos de hotelería de corta estancia que ahora tienen una sola persona en la nómina y que hace de “Soyla” soy la que paga, soy la que barre, soy la que cuida…

En los tres establecimientos de corta estancia y recreación de Ricardo Rodríguez, la cosa pasó de castaño a oscuro. Las empresas de Rodríguez generaban 73 empleos directos que se suman a los indirectos. Muchos de ellos tienen el contrato congelado porque no hay manera de pagar sus salarios. 

Al borde de la quiebra y con moteles adecuados a los nuevos protocolos de bioseguridad, sus dueños piden a la Alcaldía que se les permita trabajar, al fin y al cabo la mayoría de las normas sanitarias se cumplen desde antes de tiempos de pandemia.  

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Johana Aranda, secretaria de Salud, recordó a empresarios que la reactivación económica debe darse conforme a los lineamientos del Gobierno Nacional, salvaguardando la vida de trabajadores y clientes. 

“Hacemos un llamado a la disciplina social, entregando un parte de tranquilidad a la ciudadanía pues desde la autoridad sanitaria estamos realizando un estricto control a la normatividad nacional”, destacó Aranda. 

Cabe recordar que el comandante de la Policía Metropolitana, Gabriel Bonilla, precisó el sábado anterior que, "hemos estado haciendo control a los establecimientos tipo moteles dedicados al hospedaje de personas de manera temporal, que todavía no tienen permitido entrar en funcionamiento. 

La apertura clandestina de moteles a pesar de las restricciones se generó en todo el país, de acuerdo a reportes oficiales de la Policía entre marzo y mayo selló 10 moteles: 4 en Bogotá; 2 en Villavicencio, 2 en Risaralda y 2 en Norte de Santander.

En junio las cifras aun no están consolidadas, pero se suman los de Ibagué, la querendona. 

Lo único cierto es que el placer es un término general para las buenas sensaciones. Se tiene placer comiendo, durmiendo, viendo la televisión, haciendo deporte.  Alguien dijo que no es el sexo lo que da placer, sino el amante, ¿será cierto?. Pero el coronavirus llegó para atravesarse en ese amor y atracción ocasional llena de encanto y pasión desenfrenada