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El puente que no le importa al alcalde de Honda

El puente que no le importa al alcalde de Honda

Honda es conocida a nivel nacional como la Cuidad de los Puentes, sin embargo, parece que para su alcaldía solo son importantes los puentes turísticos. La falta de un puente que conecta la vereda Kilómetro 42 con el casco urbano del municipio no solo genera problemas ambientales, sino que pone en riesgo la vida de cientos de personas.

 

A medio camino entre Honda y Mariquita hay un balneario llamado La Picota. Ese lugar actualmente se encuentra completamente abandonado, nadie se encarga de las basuras que dejan los turistas y, además, se ha convertido en un foco de delincuencia y de consumo de estupefacientes. Los problemas que hoy padece el balneario La Picota obedecen a la falta de presencia de la Alcaldía de Honda y al incumplimiento en el compromiso de construir un puente que reemplace el paso nivel que hay actualmente.

Aproximadamente 20 niños que viven en la vereda y estudian en el pueblo se quedan sin ir a estudiar cuando sube la corriente de la quebrada. Es imposible salir o entrar a trabajar.  En la vereda existen fincas productoras de leche, productos agrícolas, cultivos de albaca, los cuales proporcionan trabajo a una gran cantidad de personas del Municipio, entre esas, a madres cabeza de familia, quienes derivan su sustento de allí y usan el paso por el Balneario.

Cuando llueve se represa la quebrada La Padilla, la cual es embalsada por dos presas construidas aguas abajo del paso nivel, lo cual afecta la vida diaria de unas 200 personas que cruzan nivel diariamente, entre los que se cuentan niños estudiantes, familias y trabajadores, que entre otras usan dicho paso porque es el único acceso para llegar a la vereda La Picota.

El alcalde de Honda, Juan Guillermo Beltrán, se comprometió en campaña a construir el puente, igual a como lo hicieron los anteriores alcaldes. Ya se han construido los estribos y las vigas principales del puente ya fueron colocadas, sin embargo, la entrega de la obra se ha venido aplazando constantemente y hasta la fecha el puente sigue incompleto y las obras detenidas.

Problemas ambientales

La problemática ambiental que se genera también es grande. Para embalsar la quebrada se construyeron unas presas rústicas aguas abajo del paso nivel, las cuales han desviado el cauce original y generan un problema de erosión en las laderas; la erosión ha venido derrumbando varios terrenos aledaños afectando las fincas que colindan con el Balneario.

De otro lado, debido a la falta de control de quienes mantienen el Balneario para su explotación económica, han dejado el lugar completamente deforestado, se evidencia cómo se permite las hogueras en las raíces de los árboles, la basura abunda por todos lados, atrayendo roedores y gallinazos. Lo que era el sitio de distracción y turismo hoy presenta un aspecto deprimente y desolador.

Los problemas pasan también por la deforestación, la pérdida del cauce de las tres quebradas que llegan al balneario de La Picota, la erosión de la cuenca vecina a la piscina del balneario y a la degradación ambiental que se da en la zona en términos generales.

El balneario de la Picota, tal cual como está, también representa un peligro para las personas que van a bañarse allí, pues junto a la quebrada hay un barranco erosionado que a cualquier momento puede caerse y causar una tragedia mucho mayor.

Los riesgos para las personas

Ante esta situación, fácilmente se puede presentar un accidente. Muchos de los trabajadores deciden subirse al tubo del agua de municipio y hacer equilibrio hasta el otro lado para poder ir a trabajar.

Un vecino del sector, al verse afectado porque no podía salir de su finca, contrató un diseño para la construcción del puente y se lo entregó al alcalde. En esos planos la construcción del puente valía 40 millones de pesos.

Félix Soto, un vecino del sector, se queja de lo mucho que se ve afectado por esta situación: “Solo hay una entrada y la mayoría del tiempo no tenemos paso. Si se llega a presentar una emergencia, alguien se enferma u ocurre un accidente, la gente se muere ahí. Necesitamos que haya paso a pie, o algún carro, que es lo mínimo que uno necesita. O al menos que pueda pasar un caballo. Estamos atrapados aquí y no se han visto resultados.”

Las personas afectadas por la falta del puente al mismo tiempo que quejan porque el mismo alcalde que no ha realizado la construcción, inauguró una perrera en la que, dicen ellos, no ha metido un solo perro.

“Yo no quiero entrar en polémica con la administración municipal, pero sí quiero ver resultados a la problemática que se presentan en el sector. Si se presenta una emergencia y no podemos salir de allí quién nos responde. Esa es la pregunta que quiero que me respondan”, dice el señor Félix Soto.

La presidenta de la junta de acción comunal de la vereda Kilómetro 42 dice ella pasó hace mucho tiempo una carta “pidiéndole al alcalde que nos ayude con el puente porque hay niños que no pueden ir a clase, los trabajadores de las fincas de albaca no pueden trabajar, muchas madres cabeza de familia que trabajan en el sector quedan encerradas.”

Hacia el año 2007 la administración del municipio de entonces firmó un comodato con Invías Emergencias Nacional para la construcción del puente que, desde entonces, ha sido ignorado por cada alcalde que asume el mandato en Honda. Es decir, manifiesta el señor Félix Soto, que “se presenta un detrimento patrimonial a parte del riesgo para nosotros.”

Los habitantes de la vereda Kilómetro 42 están a la espera de que no tenga que suceder un accidente que lamentar para que por fin se construya el puente de la quebrada La Padilla. No deja de ser irónico que esto suceda en la llamada Cuidad de los Puentes.

Finalmente, los ciudadanos le piden a las autoridades que den una razón a todas las irregularidades que se han venido presentando con la construcción del puente de la Quebrada La Padilla.

 

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