En el Auditorio de la Universidad Cooperativa de Colombia se desarrolló esta jornada de crecimiento personal y colectivo, guiada por la doctora Natalia Acuña, fundadora de la escuela de liderazgo JAI Global y especialista en desarrollo humano y comunicación estratégica para el liderazgo.

A lo largo del encuentro, las asistentes recibieron una formación profunda y transformadora que las invitó a proyectar su voz en el territorio y aportar a la construcción de nuevas narrativas de liderazgo femenino. El propósito central es que estas mujeres se conviertan en multiplicadoras, acompañando y formando a nuevas lideresas, especialmente en contextos donde la invisibilización y los estereotipos han limitado históricamente la participación de las mujeres.

“Cuando formamos una facilitadora, formamos a una mujer que sostiene espacios para que surjan estas conversaciones que tradicionalmente se han considerado difíciles, (temas relacionados con la sexualidad, el manejo del dinero, las dinámicas familiares, las relaciones y la autonomía económica) en el territorio y pueda identificar oportunidades de transformación y de incidencia en políticas públicas”, aseguró Acuña.

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En el marco de los 16 días de activismo, la experta resaltó la importancia de impulsar estas iniciativas desde la Secretaría de la Mujer del Tolima. “Hay muchas mujeres con ganas de crear espacios, pero que sienten que necesitan esperar a alguien más para hacerlo. Este proceso demuestra que ellas pueden ser semillas y germinar nuevas conversaciones que impulsen cambios en sus comunidades”, afirmó.

El encuentro contó con una participación comprometida y emotiva por parte de las asistentes, quienes compartieron experiencias, reflexiones y testimonios personales. “Se me pone la piel de gallina cuando una mujer toma el micrófono y dice: Hoy me comprometo a ser feliz, a ser una mujer líder y abrirme a nuevas formas de ser y de hacer por el desarrollo de mi comunidad”, relató Acuña.

Al finalizar la jornada, las mujeres recibieron su certificación oficial como Facilitadoras de Círculos de Mujeres, con el compromiso de regresar a sus municipios para replicar esta metodología y promover espacios de liderazgo, autonomía, bienestar y transformación social desde el territorio.