Jaime Murra no solo es el presidente de la junta directiva regional Tolima y Huila de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI. Es el líder de una de las compañías de alimentos más grandes de país, Organización Diana, y sus reflexiones en la asamblea anual realizada en esta semana que termina debe generar dentro de los gobernantes regional y locales, así como el tejido empresarial nuevos derroteros que permitan encaminar al departamento a ser entre otros, una fábrica de alimentos permanente para Bogotá y sus alrededores, un mercado de más de 10 millones de personas. 

Murra habla de las incipientes infraestructuras que perduran en el Tolima, en la falta de plataformas para ayudar a los empresarios a que puedan surgir y salir adelante y colocó dos ejemplos en donde no se tiene una verdadera respuesta frente a la competitividad. 

El primero de ellos, el acueducto complementario de Ibagué, ciudad capital. Pasa el tiempo y no se tienen la entrega de esta obra que permitiría a empresarios pensar en construir espacios productivos competitivos. Palabras más, palabras menos, sin agua no hay posibilidades de atraer inversión. 

• Puede leer: Buen desempeño en regalías permitirá al Tolima seguir ejecutando proyectos

El segundo de ellos, el aeropuerto Perales, una infraestructura donde sus costos son muy altos, con el agravante de no ser competitivos como otras regiones similares a la nuestra. Mientras a Ibagué llegan dos vuelos al día -Ibagué – Bogotá – Ibagué, en otras ciudades capitales con el mismo número de habitantes llegan hasta 4 frecuencias al día con precios razonables.  

Murra en diálogo con Caracol Radio dijo “Es triste. Muy triste que el Tolima e Ibagué tiene uno de los más altos índices de desempleo que en el país. Es triste que mientras el país se recuperó creciendo en ventas y Producto Interno Bruto a más del 10 por ciento, Ibagué decreció en producción. Eso no puede pasar. Algo estamos haciendo mal”.

• Lea también: Según el Dane más de 46.000 ibaguereños salieron de la pobreza en el 2021

Se trata de unas declaraciones que por venir de un connotado empresario, serán motivo de debates y profundos análisis, no solo en el empresariado sino en la clase política. Lo cierto es que de nuevo aflora  la necesidad de unir esfuerzos para cambiar y lograr un mejor rumbo para el departamento.