Por Alejandro Hernández

El pintor tolimense Darío Ortiz sorprendió con su más reciente obra: 'La Primera Línea'. El cuadro retrata a un grupo de jóvenes, soñadores y contestatarios, que le plantan cara a la represión que la fuerza pública ha ejercido sobre la movilización social en Colombia.

El cuadro de Darío Ortiz, que pondera el papel de los jóvenes en las protestas de los últimos dos meses, recuerda pinturas clásicas que inmortalizaron batallas épicas de la historia. En este caso, el símil de los guerreros, son jóvenes que tienen latas a manera de escudos, alguno sin camisa, todos con la misma 'pinta' de ir a la universidad y, al fondo, flamea la bandera de Colombia.

El Cronista.co dialogó con el insigne pintor tolimense que reside en México, para conocer más a fondo las motivaciones de esta impactante obra.

Antes que nada, el maestro Ortiz asegura que se trata de una "imagen fake". Es decir, falsa. Lo cual significa que no utilizó como referencia una fotografía concreta, sino que, realizó una especie de collage con todas las que circulan en redes sociales desde hace dos meses.

"No es una foto pasada a la pintura sino la suma de varias fotos adaptadas donde se cambian y acomodan muchos detalles, buscando una imagen verás aunque no es real (...) Vale la pena recordar a Picasso cuando decía que el arte no es la verdad, sino una mentira que nos enseña a comprender la verdad", explicó Ortiz.

La obra es rica en sus detalles. El chorro de agua que impacta a los jóvenes trasmite la sensación de movimiento, la ropa luce desgastada por el transcurrir de la confrontación. Según el artista, el cuadro lo pintó en pocos días, pero, la idea estaba en su mente desde hace varias semanas.

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"Pero es que no es fácil pintar hechos tan recientes, siempre hay el peligro de ideologizar y hacer un simple ‘panflético’ lo cual no es la intención. Al final toda obra es un pensamiento, entonces digamos que este es uno de los muchos que se tienen ante lo que está sucediendo", apuntó.

Sin lugar a dudas la obra hace apología a los jóvenes, esa nueva generación que busca virar el rumbo del país. A diferencia de muchos dirigentes y sectores políticos, a Darío Ortiz le ha parecido esperanzador el papel que han jugado los jóvenes en este proceso histórico como lo fue el paro nacional.

"Solo hay que oírlos en las entrevistas serias, verlos manejando las cifras del Dane, discutiendo las mentiras del Fiscal o arriesgando el pellejo para filmar los vídeos al calor de la confrontación. Y no es un tema de romanticismo, por esos los empresarios del Valle y del Tolima los están escuchando, cuando el gobierno no lo hace y la prensa solo hace cábalas electoreras", expresó.

En ese sentido, el pintor manifiesta sin titubear su posición crítica hacia el Gobierno Nacional y la clase dirigente en general. De hecho, en la descripción de La Primera Línea, antes que citar cifras oficiales, habla de 54 muertos a manos de la fuerza pública, según la ONU.

"Todas las encuestas, contratadas por quienes tienen el poder y el dinero les dicen lo mismo, el gobierno Duque y todas las instituciones políticas y de gobierno están por el suelo en credibilidad, los medios de comunicación igual ¿Y el problema entonces son los vándalos? (...) El gobierno es ciego y sordo. Es inoperante y paquidérmico para reaccionar", esgrimió.

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La política, los hechos sociales y hasta coyunturales no son frecuentes en la obra pictórica de Darío Ortiz. Así lo reconoce él mismo. Si bien mantiene al tanto de las cuestiones políticas, prefiere no dejar que "ese desastre" acapare sus obras.

En cualquier caso, no considera que el arte o los artistas tengan alguna responsabilidad o compromiso social. "No creo en los deberes del arte, ni creo que el arte por sí mismo cambie nada. Cada uno hace con su talento lo que puede, para sobrevivir y para opinar cuando puede, desde su orilla. Si no fuera así, después del Guernica no hubiera habido más bombardeos. El presente y el futuro es una construcción colectiva, los artistas somos otros ciudadanos más, a veces con algo de voz, pero con el mismo sentido de la responsabilidad que debe tener cada individuo de una sociedad", concluyó.