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Llegó el agosto de los fabricantes de cometas

Llegó el agosto de los fabricantes de cometas

 Yo tengo una cometa que tiene todos los colores…. así comienza la primera estrofa de una vieja melodía que cada agosto se escucha en parques, campeonatos de cometas, en los labios de los vendedores y de quienes con sus manos laboriosas y de tradición en tradición fabrican gran cantidad de panderos de colores y de diferentes motivos, imponiéndose en esta temporada la del escudo del Deportes Tolima, con sus dos estrellas, y la de la bandera de Colombia.

En Ibagué una familia lleva más de 50 años fabricando cometas. Éste trabajo, cuenta Miguel Triana, lo aprendió de su padre y él, junto con sus hermanos, siguieron con esa tradición que no han dejado perder. Son conocedores que, pese a la dura competencia del mercado chino, siguen adelante con esta fábrica.

Sin embargo, las “Cometas Triana”, como se llama esta empresa familiar, se ha posicionado durante medio siglo en el barrio Belén, a dónde llegan familias enteras a comprar las últimas y las de moda, de motivos infantiles, las de colores fuertes y de personajes animados de la televisión.

Cuenta Miguel que no sólo de Ibagué les llegan a comprar, también de otras ciudades como Manizales, Pereira, Armenia, Cali, Medellín e igualmente de municipios como Espinal, Lérida, Líbano y otros, llevándose hasta 600 o más panderos para vender. Además, en los campeonatos que año tras año hace Comfatolima, muchos de los participantes van a la fábrica para que les hagan unas hermosas cometas, porque, como dice el señor Triana, las de ellos tienen la ventaja de que se elevan más alto y son construidas con elementos que evitan que se rompan con el viento, tanto así que varios de sus participantes han ganado los concursos.

“Las cometas de antes se confeccionaban con un papel milano que desapareció del mercado y con un arco hecho en guadua macana, unidos con piola”.

Señala Triana, que “el pandero de antes tenía tres colas en trapo y se construía un rombo. Los vientos son el secreto para que la cometa se eleve con tres piolas y permita que se conserve su arreglo aerodinámico con el fin de que el viento pueda hacer su función y además, para que permanezca por mucho tiempo en el aire”.

Cabe señalar que los inventores de las cometas son los chinos y que ellos tienen cometas vistosas y de gran tamaño, sin embargo, las nuestras son elaboradas por excelencia y alcanzan grandes alturas.

(Puede leer: La cometa, el sueño de la familia)

Materiales que se utilizan

“Hilos de algodón o en nylon, normalmente la medida estándar es de 50 x 50, sin embargo, hemos elaborado de más de 2 metros de altura. Sabemos cuándo el pandero está pidiendo hilo por eso lo vendemos por conos o madejas, además utilizamos el papel de aluminio y a veces estampados acrílicos, lo importante es que sea resistente a las corrientes y para la cola se utiliza el papel seda de colores” agrega Miguel Triana.

“En mi niñez se hacían las cometas en casa, ahora se compran. Los precios de las cometas oscilan de acuerdo al tamaño, que van desde los seis mil pesos. En los concursos que se llevan a cabo durante agosto se tiene en cuenta la de mayor tamaño, la más pequeña y la más serena que quiere decir que cuando la cometa está bien elevada debe permanecer quieta en el aire”.

“Lastimosamente este arte de hacer cometas va a desaparecer porque el mercado chino nos ha venido destronando.  El éxito para que se eleve es que esté bien elaborada ya que la piola debe estar bien puesta”.

Lugares dónde se pueden elevar cometas

Antes se podía elevar cometas en el cerro de Pan de Azúcar y el llano de Belén ahora Irazú, sin embargo, ahora las familias acuden a la vía Alvarado y a la Variante en el sector de Picaleña hasta Payandé.

“Debido a que nuestras cometas se venden “como pan caliente”, aquí en nuestra casa ubicada en la carrera once número 6-23, nuestro número de celular es 315 629 44 87, para quienes estén interesados… nos toca laborar en tiempo récord y no alcanzamos a llevarlas para ubicarlas en los romboides de la ciudad, por eso es que los vendedores de cometas chinas aprovechan para lucirlas, desconociendo la ciudadanía de las que nosotros fabricamos”, aclara Miguel.

“Por eso debemos buscar la forma de promover esta industria tolimense e ibaguereña”. Recuerda que un cliente suyo participó en un concurso en el club Campestre dónde se ganó tres botellas de whisky, participándole una a él.

Miguel Triana es un convencido que las cometas que el hace son las mejores y que los niños que le compran no se van a sentir frustrados porque estos panderos están certificados en calidad para levantar el vuelo. Comenzó hacer cometas desde junio, porque si dejaba todo para lo último no alcanzaba a sacar la producción y tenía que trasnochar mucho. El hace una cometa de 50 x 50 en tres minutos y en el día se hace cien. Cada año innovo y eso llama la atención.

En esta temporada me piden muchas cometas, y espero que este año, cuando se inicie agosto, los ibaguereños lleguen hasta mi fábrica para poder atenderlos y para que se vayan satisfechos con una buena cometa, agrega Miguel Triana.

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