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Peaje sí…pero no así

Peaje sí…pero no así

Por: Henry Rengifo

Estar de acuerdo con el peaje, es porque se está a favor del proyecto. Esto para claridad de quienes tratan de confundir a la ciudadanía en el sentido de que oponerse al peaje es estar en contra de la obra. La lectura debe hacerse de manera objetiva.

Me refiero al peaje ubicado en el cruce de las ‘ruinas de Armero’ en la vía que comunica con el Líbano, pues todavía no podemos señalar que se trata de la carretera que comunica con Manizales, porque este tramo del proyecto está en ciernes y de acuerdo con el cronograma de la concesionaria Alternativas Viales, es la última Unidad Funcional en intervenirse, de las cinco que conforman el proyecto, que comprende Alto Ventanas-Termales del Ruiz-La Esperanza.

Por ello, poner en operación un peaje cuando el proyecto de construcción y rehabilitación del corredor vial Ibagué-Honda-Cambao-Manizales, recién ha iniciado, es un despropósito. En ese punto se concentra el reclamo justo, no solo de los transportadores sino de otros sectores de la economía como son comerciantes y agricultores de la zona.

A propósito, sería interesante conocer los estudios que tuvieron que haber adelantado la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI y la Concesionaria Alternativas Viales sobre las repercusiones que en la economía, en especial del Líbano, tendría el cobro de este peaje en una coyuntura difícil, agudizada con la pandemia.

 Reiterar entonces, que empezar el cobro de este peaje de manera temprana, sobre todo cuando la Unidad Funcional 3 que comprende Armero-Líbano-Murillo luce en pésimas condiciones, es equivocado. Como el palo no está para cucharas, el aplazamiento del cobro en este peaje debería aplazarse por lo menos un año.


“Cuando la obra, por lo menos, tenga un 50 por ciento de avance y los viajeros hacia Manizales empiecen a utilizarla y sienten que pueden recorrerla sin contratiempos, bienvenido el peaje”


Ahora bien, en cuento a la tarifa diferencial esta debe contemplar otros sectores aparte de los transportadores. No dejar pasar por alto que viajar ahora desde Ibagué-Líbano implica dos peajes (Alvarado y Armero), es decir eso suma $45.200 ida y vuelta, y cuando se debe pasar entre dos y tres veces en la semana, la situación se torna más complicada. En el Líbano los ricos se acabaron hace rato, hay es campesinos y comerciantes que a duras penas sobreviven.

Cuando la obra, por lo menos, tenga un 50 por ciento de avance y los viajeros hacia Manizales empiecen a utilizarla y sienten que pueden recorrerla sin contratiempos, bienvenido el peaje. Es una concesión y como tal la gente entiende que se debe pagar, pero cuando la vía esté en condiciones óptimas.

Que se trata de una obra que redimirá económicamente la región, no hay la menor duda. Pero ese objetivo se estaría alcanzado cuando el proyecto vial esté concluido en su totalidad, es decir desde el momento que esta vía entre a convertirse en opción preferencial, como seguramente va a ocurrir, por la mayoría de viajeros que desde el centro poblacional más grande del país, Bogotá, se desplacen a Manizales y el Eje Cafetero y viceversa. Para eso falta tiempo. Conclusión: el cobro del peaje en cuestión no debería darse aún.

P.D. I.  La congoja por la partida de Carlos Sepúlveda es inocultable, varias anécdotas todas alrededor del periodismo, recuerdo una llamada suya para decirme que había adquirido cinco libros ‘Las claves de los buenos alcaldes’, para darlo de regalo a candidatas y candidatos amigos suyos en las elecciones de octubre de 2019.

P.D.II. Finalizando la escritura de esta columna me llega otra triste noticia. El fallecimiento de otro especial amigo: Jairo Robayo. Paz en la tumba de estos dos apreciados amigos.


  • Exjefe de redacción de Tolima 7 días
  • Autor del libro ‘Las claves de los buenos alcaldes’
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