Por: Humberto Leyton

Al momento de escribir este comentario aún permanecía sin conocerse el nombre del dirigente que filtró unas grabaciones a la prensa, de la reunión privada que realizaron algunos dirigentes del Centro Democrático, el pasado viernes 18 de enero, en el hotel Dann de la capital del Tolima.

La tertulia que se realizaba con el fin afianzar a unos y descabezar a otros, dentro de las estrategias frente a las elecciones regionales que culminan el 27 de octubre próximo con la elección de gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y en algunas capitales ediles; donde participaban: la senadora Paloma Valencia, el Representante a la Cámara Ricardo Ferro, el diputado Milton Restrepo y Gustavo Ramos, entre otros, terminó en un escándalos de espionaje provinciano.

De lo tratado en esta reunión,  únicamente se dio a conocer el fragmento donde se habla sobre los candidatos a la gobernación del Tolima y la alcaldía de Ibagué; es decir que premeditadamente se seleccionó y posiblemente se edito, el pedazo que se quería dar a conocer    con el fin de ayudarle a un candidato que no se había tenido en cuenta en el desarrollo de la conversación y ese era Rubén Darío Correa, Sin duda, este fue el damnificado del conciliábulo, y quien filtró la grabación, obviamente tiene sus intereses fincados en este nombre, que hasta el momento no llega ni a candidato. Esta persona aspira a que su patrocinado salga a todo precio o como en el pasaje bíblico: "Muera Sansón y todos los filisteos". Ese fue el efecto que se busco con la filtración de la grabación.

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Hemos querido relatar este episodio de la picaresca de la política local, trayendo a recuento el caso de espionaje político que se vivió hace más de 42 años con el Watergate en los Estados Unidos, donde Mark Felt, exdirector adjunto del FBI y más conocido como ‘Garganta Profunda’, un apodo que recibió por haber sido la fuente de ‘The Washington Post’ durante el famoso affaire que precipitó la renuncia del presidente estadounidense Richard Nixon, murió a los 95 años de edad, sin que nadie hubiera descubierto su nombre, salvo cuando el mismo y por su propia cuenta lo reveló en una entrevista, porque los periodistas  Bob Woodward y Carl Bernstein, jamás revelaron el nombre de la fuente que les suministraba documentos y grabaciones del famoso caso que suscitó libros y películas.    

Aquí es algo muy doméstico del periodismo local con una fuente desconocida hasta el momento, que filtró grabaciones e información sobre una reunión que se consideraba secreta y que provocó que dos de sus participantes, la senadora Valencia y el Representante Ferro, publicarán trinos censurado el hecho y reclamando lealtad a la persona que provocó el escándalo y el cisma en las filas del C.D. El diputado Restrepo fue más allá, pidió la expulsión.

El expresidente y senador Álvaro Uribe, reclamó disciplina, y dejó claro que en las coaliciones primero deben ser sus candidatos y después los aliados como si fueran invitados de piedra.

Lo que queremos significar con esta nota, es que el 'Garganta Profunda' nuestro, escasamente logró el escándalo por una infidencia o traición a sus compañeros de directorio, pero las cosas en cuanto a candidaturas siguen lo mismo. La filtración no tuvo más efectos.  

Lo único que se ganó con poner al descubierto unos hipotéticos acuerdos entre distintas fuerzas políticas del departamento, es que si lo llegan a descubrir, pierda la confianza de sus copartidarios, que nunca lo vuelvan a invitar a reuniones y en el peor de los casos:  que lo expulsen del C.D. como lo propone el diputado Restrepo.   

Pero quien haya filtrado la grabación,  nunca será el Mark Felt, ni el 'Garganta Profunda', del Watergate, mucho menos de la película porno, será simplemente un sapo, un soplón, un delator, o un 'cooperante', como los llaman en el C.D.