Opinión

Por: Henry Rengifo

Ante el despido en días recientes de 150 empleados de El Tiempo, la mayoría periodistas, es pertinente volver a la reflexión sobre el futuro de esta profesión.

Será recurrente el tema, pero ante tanta demanda de estudiantes por cursar esta carrera, es necesario darle continuidad al debate en el sentido de si hoy vale la pena dedicarle cuatro años al estudio de este pregrado, sobre todo los padres de familia quienes son los que hacen el mayor sacrificio.

Siempre el periodismo ha sido una profesión mal remunerada y en la actualidad lo es peor.   Hasta hace poco quienes lograban la oportunidad de ingresar a trabajar en los nombrados 'grandes medios', tenían mejores oportunidades. Hoy, esa realidad ha cambiado. Los puestos de trabajo escasean y los salarios son más bajos.

Lo que acaba de ocurrir en El Tiempo, ya había pasado en la revista Semana. Es un aviso, un campanazo de alerta.

 Ante el ímpetu y furor que han alcanzado las redes sociales, los medios tradicionales se han visto obligados a redireccionar y replantear el negocio. La pauta publicitaria cada día es más estrecha, es decir esa torta que antes era suculenta hoy es raquítica.

Pero viene lo más preocupante, la calidad. En tiempos de una competencia feroz, se impone la calidad y resulta que este es el talón de Aquiles que enfrenta hoy la profesión.  

Las decenas de comunicadores sociales y periodistas egresados de las tantas facultades que existen en el país, en solo Ibagué hay 6 universidades que ofrecen la carrera de Comunicación Social, la mayoría de los estudiantes presentan deficiencias profundas en competencias que resultan vitales para que  un periodista ejerza con suficiencia la tarea encomendada. Ese hecho hace que su desempeño profesional sea por decir lo menos, mediocre.

Para la muestra un botón. Hace un par de días una amiga me abordó para pedirme el favor que le asesorara a su hijo estudiante de comunicación social de séptimo semestre perteneciente a una de las 6 universidades que en Ibagué imparten esa carrera.

Para el trabajo que me pidió ayuda, me envió un texto del cual extraigo el siguiente párrafo: "...los campesinos nos dan el mejor ejemplo, quiénes con su entrega nos dan un ejemplo de tradición. Esa riquesa tenemos que valorarla" (sic)...de acuerdo a  esa redacción y ortografía, le pregunté al estudiante ya próximo a graduarse, sobre algunos asuntos académicos  relacionados con la carrera. Por ejemplo, le indagué si en el transcurso de la carrera, habían leído y analizado, entre otros, el autor y el libro 'Noticia de un secuestro'...no sabía quién era el autor ni menos conocía la existencia de ese libro.

Ciertamente el panorama no es nada halagador. El reflejo de esta realidad, por ejemplo en Ibagué, se evidencia en la cantidad de portales noticiosos surgidos en los últimos meses. La mayoría de ellos carentes de rigor periodístico, muchos de ellos convertidos en amanuenses de uno que otro candidato politiquero. No cuestionan, no preguntan, la grabadora que cargan de herramienta se convirtió en ventrílocuo de una mediocridad más.

Adenda. En las condiciones actuales del ejercicio periodístico, ¿será que vale la pena dedicar cuatro años para estudiar Comunicación Social-Periodismo ? ¿No será mejor alternativa, si se tiene interés por el periodismo, estudiar carreras como Derecho o Economía y después hacer una especialización en periodismo?