Por: Humberto Leyton

Sin duda, el hecho político de los últimos días es el surgimiento de la candidatura del conocido dirigente empresarial y académico  Leonidas López Herrán, a la alcaldía de Ibagué, por diversos motivos. Uno de ellos, ponerle talanquera o tatequieto al hirsuto populismo de derecha que practica el candidato Rubén Darío Correa a través de su noticiero de radio.

Este, en nuestro criterio, es uno de los objetivos principales que buscan algunos gremios económicos de Ibagué, el uribismo y un sector del partido liberal de cualificar la campaña con un candidato que no solo represente sus verdaderos intereses corporativos, sino que tenga la capacidad para ofrecer un programa de gobierno y proyecto de ciudad del que carece el actual candidato radial del Centro Democrático, que al decir de algunos, es más una invención del excongresista Gustavo Ramos Arjona, y entre bambalinas, Ricardo Ferro, que un hecho político real.

Son tan protuberantes las falencias del candidato de marras que su propuesta escasamente le alcanza para ofrecer soluciones de momento y demagógicas a las supuestas fallas en algunos recibos del predial, tomarse unos cuantos tintos claritos con sus oyentes, comerse otro tanto de sancochos 'comunitarios', promover condecoraciones a líderes comunales cuestionados, y oponerse a todo lo que provenga de la administración municipal así sea bueno o malo; pero además, hacer rifas de mercados y hasta pregonar milagros similares a la virgen de Piendamó.  Es una actitud tan primaria en política, que la tiene que revolver con obras de caridad franciscanas, facilitando la atención médica que tienen por derecho sus oyentes con las EPS, gestionando los medicamentos, pidiendo la leche para un niño desprotegido y hasta sepultando a una persona carente de recursos; acciones de por si humanas y dignas de reconocimiento, si en el fondo fueran sinceras y verdaderas; que no llevaran la cuenta de cobro implícita en el voto que busca para sus aspiraciones políticas. Esta intermediación es un fraude tanto a la persona que hace el aporte como la que lo recibe.

Este tipo de populismo y engaño (de derecha o de izquierda), a través de un micrófono, no es sano para la democracia ni la actividad política, además de ser desventajosa frente a los demás candidatos que no cuentan con las mismas posibilidades que RCN le ofrece o su empleado o contratista, es también la utilización de las necesidades y del dolor humano para hacer política. Algo al menos detestable para quienes consideran la actividad política como una pasión de servicio a la comunidad. no como negocio ni empresa particular.  

En estas condiciones, resulta saludable la aparición de un candidato como Leonidas López Herrán, que independientemente de quien promueva su candidatura, es una persona lo suficientemente capaz, conoce las dificultades y posibles soluciones a nuestros problemas, ha trabajado en diferentes proyectos visionando la ciudad del futuro, es un hombre serio y ponderado que, además de academia, cuenta con simpatías en diferentes sectores sociales y políticos, incluyendo los gremios económicos, lugar de su procedencia.

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Por eso, pensamos que López Herrán, es una persona cuyas propuestas son realistas, estudiadas, analizadas y trabajadas sin contaminación demagógica, ni de momento; y así, quien escribe este artículo piense distinto y esté ubicado en orilla diferente, reconoce las condiciones y méritos del postulado a la alcaldía de Ibagué.   

No sabemos si acepte o no esta misión, tampoco si se someta a los vaivenes,  trámites y avatares de la parafernalia política de acuerdos, convenciones, consultas, asambleas y demás. Sabemos que López Herrán es lo suficientemente independiente y autónomo para someterse a este trajín y desgaste de política de barrio o vereda. También entendemos que es uno de los mejores nombres surgidos en la bajara de posibles aspirantes, que cualificará la campaña por la alcaldía de Ibagué, así sea desde la derecha, centro derecha, conservador o liberal, el rótulo o empaque no importa, lo que interesa es su contenido.