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Ambiente

Un gran poblado del Líbano que se queda sin agua

Un gran poblado del Líbano que se queda sin agua

Con el titular 'Las fincas del Convenio que ayer eran una mina agrícola, hoy no tienen porvenir', Pángara.co pone los puntos sobre las íes de una problematica ambiental que cada día deja más desolación.

Este es el informe de Pángara.co escrito por José Gutiérrez González, que por la situación dramática que describe, El Cronista.co lo comparte en su totalidad.

Los campesinos esperan que las autoridades encargadas de velar por la conservación de los recursos naturales, actúen con prontitud y eficacia.

"Fincas sin agua obliga a los campesinos a “regalarlas”, las fuentes hídricas desaparecen, el daño ambiental es incalculable.

Día 19 de noviembre de 2015. Campesinos de la vereda El Sirpe, El Castillo, Cañas Gordas, corregimiento del Convenio; llamado urgente a vecinos de la región para denunciar «el daño ambiental que está produciendo la mina del Líbano, y el desplazamiento de nuestros campesinos». Unos pocos asisten, para los demás no es importante. «No nos afecta, los daños están hacía límite de la parte de arriba de la mina».
Líderman Parra Gómez, joven campesino, luciendo camiseta amarilla de la selección Colombia, señala el nacedero de la finca El Sirpe, vereda del mismo nombre, muestra el rastrojo de color “chamizo” y en video de 6´50´´, denuncia “es el único nacedero, pertenecía a la finca del cual por años recogíamos el agua para los riegos; llegó la mina, tumbó la mata de guadua, recogió la manguera y nos dejó sin agua.

 ¿Qué nos toca hacer?, irnos pa´ otro lado, un llamado a Cortolima ¿qué pasa?

Dispersos a lo largo del agonizante nacedero, en el video una veintena de campesinos inquietos rodean el “ojo hídrico”, el exconcejal Esneider Prieto toma la vocería: “cómo abren un túnel de excavación destruyendo la flora, perdiéndose una fuente hídrica.

 Estamos abocados a una nueva situación de  desplazamiento, ya no hablamos del desplazamiento por grupos terroristas: hoy nos desplaza Cortolima, como autoridad ambiental, que no hace absolutamente nada; las empresas mineras, el alcalde (Jesús Antonio Giraldo), que no se pronuncia frente a esos temas; los campesinos tienen que irse de la zona. Esto tiene que tipificarse como delito de lesa humanidad porque estamos ante una situación de desplazamiento forzoso por el tema ambiental, nos quedamos sin agua.

 ¿Cuál será el futuro de estas familias?, ya no tenemos que pensar en la tierra qué le vamos a dejar a esos hombres, sino qué hombres estamos dejándole a estas tierras”. Al fondo algunos azulejos, cardenales y copetones silencian su trinar ante la fuerza de los gritos de enardecidos labriegos “abajo la mina Gran Destrucción”.

Septiembre 28 del año 2016

El noticiero de La Voz del Tolima titula  “Convenio sigue sin agua”, los agricultores imploran al Divino Verbo a pesar de que reconocen que este oficio ya no es de su competencia, “se acaba el agua, solamente Dios nos la recupera. Pero, el problema no es por el verano. Es tiempo de salvar nuestro corregimiento.
 Autoridades de nuestro municipio calladitos”.

Septiembre 12 de 2020

La dirigencia de Asoagroambiental, Carlos Rico, vicepresidente, Gonzalo Reyes, secretario y Samuel Herrera, fiscal; entre decepcionados y satisfechos registran la asistencia de sesenta y seis campesinos, de un potencial de setecientos. El objetivo de la convocatoria,  insistir en la necesidad de fortalecer la organización y conformar una veeduría para detener los atropellos, la venta de fincas “regaladas a precio de huevo”, y el desplazamiento de sus vecinos y amigos que no tienen adónde ir.

La cancha de microfútbol de la Institución Educativa Inmaculada Concepción es el escenario mudo de rostros desesperanzados, incrédulos, “nuestro virus no es el COVID-19, es la presencia de la mina que nos secó los nacimientos de agua. 

Lea esto señor periodista”. Sobre la mina El Gran Porvenir Textualmente se lee “los permisos se han tramitado irregularmente, la audiencia pública realizada en la vereda Sirpe-Matafique convocada por Cortolima como requisito para otorgarle el permiso Ambiental a la mina “EL OASIS”; No respetaron el concepto del Procurador Agrario quien invalidó la audiencia pública”.

 (SOS ambiental Río Recio, noviembre 2019.No.13)      

El oro no se bebe, arruina

La disminución de la oferta hídrica, en perjuicio de las familias, el futuro de la quebrada la Honda, fuente de agua para el abastecimiento de 628 puntos del acueducto del corregimiento del Convenio, área rural y urbana; es un balance negativo en el análisis costo-beneficio, social y ambiental. Se ignora acerca de la verdadera dimensión de los desastrosos impactos ambientales y socioeconómicos de la minería a futuro.

Apenas transcurridos cinco años, desde que desapareciera el primer nacimiento, el impacto hídrico genera conflicto entre la mina y los agricultores, en relación a la disponibilidad de agua para consumo humano, y dado que en la extracción del oro se requiere, de enormes cantidades de agua. Causa probable por la que parte de la región del Convenio hoy racionaliza el preciado líquido.   

Una decena de campesinos han vendido sus fincas porque no tienen agua. Don Abelardo, finca El Sacrificio, propietario de la que fue una próspera tienda que surtía de lo básico las veredas circunvecinas, afirma, “20 años de salud enterrados en esa finca, no tengo futuro, ni forma de salir adelante. La idea es que alguien o los mineros me compren. De abundante agua hoy cae un chorrito. Para rematar, tenemos tres nacimientos de pulgada y media de agua, aproximadamente, pero, encima van a construir rellenos, hicieron el estudio y le compraron la finca a un vecino. No sé en que forma podemos reclamar, más de cinco familias se benefician de esos nacimientos. Temo por mi vida porque esas personas son muy poderosas, lo tienen todo. Me declaro en quiebra”.

Ahora bien, los afectados acuden a las instancias de la mina, pero tampoco les prestan atención.

 Vereda El Sirpe, “nos cortaron el agua, les preguntamos de qué vamos a vivir. Hace dos meses nos pusieron la diamantina, el aparato donde hacen hueco y absorbe el agua, demostramos en video de como caía abundante el agua que ya no hay. Llamamos a Don Tito (Benjamín Angee, Gerente de la Mina), dijo que iban a mirar si tenían tiempo”. Al escribir esta nota aún no ha tenido tiempo.

“Las fincas para ellos no tienen valor comercial, por bonitas, por buenas y productivas que sean”, asevera quien fuera propietario de la finca El Recuerdo, además extrabajador de la mina, “tuvimos que vender a principio de año, nos cansamos de luchar, trabajamos en la finca que era de la familia, nos secaron el agua, entonces, tomamos la decisión de venderle a ellos mismos”.

Cortolima, máxima autoridad ambiental del Departamento, rigurosa en el cumplimiento de las normas con los campesinos, al parecer laxa con la mina, “cuando tumbamos un palo para organizar nuestra casa, nos echan las autoridades y nos llevan presos. Por qué Cortolima no hace lo mismo con las personas que cometen verdaderos daños ambientales perjudicando las familias, no solamente tumban la guadua sino que también le meten candela, para que no vuelva a nacer”.

La estrategia de la mina ante Cortolima

Al problema hídrico, añade la utilización de químicos como el cianuro, testimonio de un campesino que también trabajó en la mina: “Estamos viviendo con las aguas contaminadas por residuos de cianuro y lodos que son arrojados al río Lagunilla. El río baja limpio y de un momento a otro queda negro, oscuro, así dura de tres a cuatro horas y vuelve y se aclara. Cuando ellos llaman a Cortolima para solicitar visitas, toman fotos, videos. Cuatro días antes llaman a diez o más trabajadores para limpiar cañadas, recoger lodos, echar tierra limpia y tapan.

 Soy testigo, trabajé allá. Entonces, Cortolima llega y todo está bien. Desafortunadamente es la única empresa que da trabajo, por eso nos humillan”.

¿Utilidades para qué y para quién?

Estudios científicos serios concluyen que ningún tipo de minería de oro representa un futuro sustentable para las comunidades ni para el medio ambiente, puesto que todas se mueven en la lógica capitalista y en las prácticas depredadoras del medio ambiente.

En el 2019 la Mina El Gran Porvenir Del Líbano S.A., reportó ingresos netos de 132.75%. El activo total registró crecimiento de 64.09%, (página web sector minero). Para el departamento del Tolima y sus municipios beneficiarios fue de 466.2 millones, de los cuales le correspondieron $66,82 millones como asignaciones.

Reporte Financiero: https://www.emis.com/php/company-profile/CO/Mina_El_Gran_Porvenir_Del_Libano_SA_es_3522708.html

Estos datos de utilidades, no registran pérdidas, según la Unidad de planeación Minero Energética del Ministerio de Minas y Energía, contrastan con las expectativas de mejoramiento de las condiciones de vida de los labriegos del corregimiento del Convenio. La ilusión de una especie de “Bonanza”, el nuevo “Dorado”, hoy se desvanece ante el impacto ambiental y socioeconómico causado por la Mina El Gran Porvenir.

La defensa del agua y el paulatino desplazamiento y ruina de los campesinos del Convenio no es materia de diálogo, urge senderos de resignificación y de la construcción de mayor compromiso identitario con la vida, con la región".

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