Pareciera que los amigos de lo ajeno han sido los más beneficiados con el toque de queda nocturno decretado por la Alcaldía de Ibagué. En la madrugada del viernes se fraguó un nuevo acto de vandalismo acompañado de hurto. La reciente víctima fue Rubén Mauricio Serrano, propietario de Gorras Diureck, negocio ubicado en la 5ta con 17. 

"El robo se produjo hacia las 3 de la mañana. Rompieron el vidrio y al encenderse la alarma la vecina del tercer piso reaccionó y se asomó para gritarles. Ella alcanzó a ver que dos tipos entraron y un tercero estaba en la esquina, al verse sorprendidos decidieron huir", relata Rubén Mauricio. 

Él le agradece a ese "ángel" que puso en alerta a los ladrones, de lo contrario le hubieran alcanzado a saquear por completo su local que estaba lleno de mercancía. En todo caso se alcanzaron a llevar productos por casi un millón de pesos. A eso se le debe sumar el daño del vidrio que vandalizaron, el cual le costará cerca de 700 mil pesos la reposición. Y, si opta por instalar rejas para que esto no vuelva a suceder, deberá pagar otros 500 mil. Todos estos gastos en plena crisis por la pandemia. 

"Yo en un principio no quería hacer pública la denuncia, pero me decidí a hacerlo para visibilizar lo que nos está sucediendo a los comerciantes. Ya le ha pasado lo mismo a otros cinco dueños de negocio, más o menos desde que empezó la cuarentena. Pareciera que el toque de queda es para unos y para otros no. La fuerza pública debería asegurar que todo mundo esté en su casa. Pienso que se debería militarizar en las noches para garantizar la seguridad", señala el propietario de Gorras Diureck. 

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Pese a todo, sorprende la compresión de Rubén. En el fondo no culpa completamente a los ladrones que vandalizaron su local, pues entiende que la crisis puede llevar a que la gente tome medidas tan extremas como estas. "La pandemia mata, pero el hambre y la necesidad todavía más. Nosotros los dueños de negocios, que además generamos empleos formales, y estamos ahogados. Cómo será entonces los trabajadores informales que no tendrán ni para comer. De no brindar soluciones pronto esto puede empeorar", advierte.

Las autoridades le indicaron a Rubén que ya tienen indicios de los sujetos que robaron su negocio. Faltaría por establecer si guardan relación con lo demás hurtos perpetrados en el centro de Ibagué las últimas semanas. 

Basta con recordar el millonario robo en la tienda de instrumentos Audio Music hace unos días, y la vandalización en la tienda de ROOTT+CO, que por suerte no terminó en saqueo. Además de otros casos de locales vecinos a Gorras Diureck, que, según reseña su propietario, no se han hecho mediáticos. 

Sin embargo, de acuerdo a Rubén Mauricio, la delincuencia es solo uno de sus problemas, puesto que, las empresas de servicios públicos y las exigencias de protocolos para reabrir sus empresas, también se han convertido en difíciles obstáculos durante la pandemia. 

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"¿Cómo es posible que Celsia me cobre la factura del negocio por el mismo precio como si estuviera en funcionamiento, cuando está cerrado? Y encima de todo debo hacer una fila de cuatro cuadras para instaurar el reclamo. No hay derecho", esgrime Rubén. 

Al tiempo cuestiona las "trabas" que están poniendo las autoridades locales, con los protocolos de bioseguridad exigidos para reabrir los negocios. Afirma que, en lugar de tenderles una mano, lo que están es aumentando sus gastos. Por ejemplo, lo que deben pagar para recibir una buena asesoría en protocolos en aras de ser autorizados por la Alcaldía o el Gobierno Nacional. 

Rubén Mauricio Serrano antes de la pandemia brindaba 22 empleos directos gracias a su emprendimiento, y por la crisis ahora solo sostiene el 50% de su personal. Teme que tenga que cerrar al igual que están haciendo tantos otros colegas en la ciudad de Ibagué. Por eso envía un mensaje a las autoridades y a los tolimenses.

"A las autoridades las invito para que nos brinden seguridad. Y a que no nos regalen nada, pero sí que le compren a los productores de la región, y no a los de afuera. Para reactivar la economía necesitamos organizar cadenas productivas entre nosotros mismos. Así que a las personas el mismo mensaje. Tenemos que comprarnos y apoyarnos entre nosotros mismos si queremos salir de esta. Sí se puede", anima el empresario ibaguereño, pese a ser víctima de un robo horas atrás.