Mientras policías patrullaban por el barrio Villa Lucía de Flandes, escucharon los lamentos de un perro mestizo que, para su sorpresa, se encontraba enterrado en vida. De inmediato los uniformados le dieron aviso a Harold Pico, el animalista más activo en el municipio, quien se desplazó para ayudar con el rescate.

"Con palas empezaron a sacarlo del hueco. Después yo me lo cargué para una veterinaria en Girardot. Allí le aplicaron medicamentos y lo estabilizaron. Al principio recibió alimento, pero hoy amaneció más decaído", explicó Harold acera de Lucio, como llamó al perro rescatado. 

La sorpresa fue mayor, al descubrir que el responsable de este escalofriante hecho fue un técnico veterinario de Flandes, que tiene más de 70 años. "El perro estaba supuestamente muy enfermo, y el veterinario le informó a sus dueños que se debía sacrificar. Lo más grave es que le inyectó cianuro y varsol, y después lo echó al hueco, pese a estar vivo todavía. Eso no se debe aplicar, para eutanasiar a un perro, hay un medicamento que se llama euthanex", apuntó Harold. 

De acuerdo con Harold, la vida de Lucio está en grave peligro, toda vez que no existen medicamentos que puedan contrarrestar el cianuro y el varsol que corre por sus venas. "Lo único que lo puede salvar es un milagro. Se va a implementar la Ley 1774 de 2016, de maltrato animal. El caso ya se pasó a la Fiscalía. Tanto los dueños como el veterinario que lo hizo, tienen la culpa. Por ahora queda esperar que la ley haga su trabajo", agregó Harold. 

El último parte médico de Lucio no era muy alentador. En la veterinaria de Girardot están trabajando para que, a través de la orina, drene los mortales líquidos que le inyectaron.