La denuncia la hizo el concejal de Ibagué, Rubén Darío Correa, dando a conocer los detalles del deceso y posteriores anomalías en el proceso de sepultura.

 El fallecido la tarde de este viernes 10 de abril respondía al nombre de Félix Venancio Lozano Morales, de 76 años de edad, quien en vida fue administrador de empresas y ex director Social de la Cooperativa Cooperamos.

"Félix Venancio fue ingresado a urgencias a las seis de la tarde del jueves en un servicio de ambulancia particular. Aunque padecía Parkinson, la familia expresa que por escrito un médico privado les certificó minutos antes de la hospitalización que no padecía ninguno de los síntomas del covid-19, ni siquiera tenía fiebre. Solo le figuraba un bajonazo de plaquetas", explica el Concejal Correa. 

En un principio el paciente fue atendido por galenos particulares, en su casa del barrio Laureles. "Sin embargo, menos de 24 horas después, médicos de la Calambeo anunciaron su deceso. Sus allegados fueron notificados que al paciente le alcanzaron a practicar la prueba del Coronavirus pero les anunciaron que el resultado solo llegaría hasta el martes", aclara Rubén Darío Correa. 

A partir de ese momento empezaron los dolores de cabeza para los familiares que en medio de su dolor por la pérdida de un ser querido, no han podido al menos sepultarlo de la forma que desean y es acostumbrada entre los creyentes católicos. 

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"El problema radica ahora en que tras informar sobre su muerte, directivos de la institución de salud les notificaron a los familiares que por protocolos nacionales, derivados de la pandemia mundial, no los dejarían darle cristiana sepultura a su ser querido, ni siquiera despedirse de su cuerpo, y que sería cremado inmediatamente", señalada el cabildante de Ibagué. 

El punto es que, a causa de la emergencia sanitaria sí está dada la orden a nivel nacional para que todos aquellos fallecidos por covid-19 sean preferiblemente cremados (de inmediato una vez dado su deceso). No obstante, los enfermos por otros motivos no tienen porqué correr la misma suerte. Y si no se ha confirmado que murió por covid-19, ¿Por qué dar la orden exhumarlo como si así fuera?

En todo caso, los allegados del fallecido apelan a un apartado de la resolución 385 de 2020, que indica "los principios de precaución y dignidad humana se deben cumplir siempre en todo momento de la manipulación del cadáver (…) La disposición final del cadáver será preferiblemente mediante cremación. Cuando no se cuente con este tipo de instalaciones en el territorio donde ocurrió el deceso, se practicará la inhumación en sepultura o bóveda”, de acuerdo a Rubén Darío Correa. 

La familia solicita al Instituto Nacional de Salud, la Secretaría de Salud Municipal y a la Clínica Calambeo que se esclarezca lo más pronto el verdadero motivo por la cual murió Félix Venancio. Por ahora, al parecer, les tocará esperar hasta el martes para conocer los resultados de la prueba covid-19.