La nueva etapa del aislamiento social en Ibagué, que el alcalde Andrés Hurtado denominó "cuarentena voluntaria", traería consigo la reactivación de más sectores económicos. El plan piloto ya fue enviado al Gobierno Nacional, que se encargará de estudiarlo, y decidir si lo aprueba o rechaza. 

Se destaca la apertura de bares, gimnasios, restaurantes e iglesias; todos, bajo medidas y protocolos estrictos de bioseguridad. 

En el caso de los bares y discotecas, regresarían con un límite en el aforo. Cada mesa deberá guardar dos metros de distancia con las demás y solo la podrán ocupar dos personas. Asimismo, estaría prohibido el uso de las pistas de baile. El horario de cierre de estos establecimientos  estaría por definirse. 

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Sorprende esta propuesta de la Alcaldía de Ibagué, toda vez que el presidente Iván Duque, hace apenas unos días, dijo que "no es momento de pensar en fiestas ni rumbas". Y que, debe ser prioridad "reactivar la vida productiva y no la social". Sin embargo, debido a la crisis, el gremio del entretenimiento pide a gritos abrir de nuevo, así sea a medias como lo postula la Alcaldía. 

Además, también abrirían de nuevo los gimnasios a partir del primero de julio. Su aforo permitido estaría alrededor del 30 por ciento. 

Los protocolos de estos sitios de acondicionamiento físico se basarían principalmente en guardar dos metros de distancia entre los usuarios, se deberá agendar el servicio con cita previa y la desinfección de las máquinas sería constante. 

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De otro lado, los restaurantes ahora sí abrirían de nuevo sus puertas al público. Cabe recordar que un mes atrás la Administración Municipal le hizo la misma propuesta al Gobierno Nacional, incluso fue aprobada en un principio, pero en últimas se rechazó.

Los establecimientos gastronómicos también tendría un aforo limitado en sus instalaciones. Los menús no podrán ser físico, sino virtuales. 

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Por último, los templos religiosos retornarían a funcionar. En este caso se torna más viable, pues ya sucedió lo propio en la Catedral de El Espinal, y además, en los últimos días han existido diálogos entre líderes política y religiosos del Tolima para reabrir las iglesias. 

 Los aforos estarían ocupados máximo al 35 por ciento, los cultos o misas durarían 30 minutos y será obligatorio el uso permanente del tapabocas. 

A la fecha la capital tolimense cuenta con un acumulado de 255 casos de covid-19. De los cuales se han recuperado y siguen activos. Han fallecido cinco infectados.