Un grave escándalo se desató en la Universidad de Ibagué, por cuenta de una serie de delicadas denuncias hechas por una docente de la institución, después de que las directivas le asignaran algunas labores de capacitación y sensibilización sobre derechos humanos para las mujeres que hacían parte del cuerpo de vigilancia de la universidad, proceso en el que al parecer estas damas le expusieron delicadas situaciones que se venían presentando allí.

Se trata de la antropóloga Mónica Godoy Ferro, quien venía desempeñándose como docente en la facultad de Humanidades de la Universidad de Ibagué y que fue desvinculada al parecer injustificadamente de la institución el pasado 17 de agosto, tras haber hecho pública una grave denuncia sobre presuntas conductas de acoso sexual y laboral, además de despidos injustificados en ese centro de educación superior.

Según dio a conocer públicamente la docente a través de un comunicado, no sólo no recibió solución o respuesta alguna por parte de las directivas de la institución tras exponerles las situaciones denunciadas por cinco de las mujeres que recibieron la capacitación, sino que tras haber expuesto los casos ante ellos, días después recibió como respuesta su carta de despido. (Ver comunicado completo: La Universidad de Ibagué viola los derechos humanos de las mujeres trabajadoras)

La docente expresa puntualmente en su comunicado: “esta formación estaba motivada por una queja que interpuso una de las mujeres vigilantes de la universidad, porque tanto ella como sus compañeras, estaban siendo víctimas de acoso laboral y sexual desde hace años por parte de uno de los supervisores y algunos de sus compañeros. La oficina de Gestión Humana me programó los talleres y yo los llevé a cabo de manera gratuita y voluntaria con el objetivo de contribuir, con mi experiencia y formación, a resolver de la mejor manera un problema laboral”.

Igualmente la docente agrega que a pesar de que las damas ya habían hecho las respectivas denuncias de sus casos ante el comité de convivencia, las directivas de la institución hicieron caso omiso a las mismas y nunca quisieron realizar las respectivas investigaciones. Por esta razón, la docente decidió exponer las denuncias directamente ante el rector de la universidad, Hans Peter Knudsen y la vicerrectora, Gloria Piedad Barreto, con el ánimo de que estos hicieran lo propio para prevenir este tipo de casos que vulneran los derechos de la mujer.

Sin embargo, fue precisamente después de exponerles el asunto al rector y vicerrectora, que se empezaron a presentar una serie de despidos al parecer injustificados, entre ellos el una de las mujeres denunciantes, decisión que en nada solucionaba la problemática expuesta y que más bien estaría evidenciando como los directivos usaron la situación como excusa para una presunta tercerización de servicios en la universidad.

La docente agrega en su comunicado: ““Hasta el momento son 12 trabajadores a quienes se les informó que no se les renovaría el contrato, incluyendo a una de las mujeres víctimas del acoso laboral. Lejos de ser una medida que respondiera al restablecimiento de los derechos de las víctimas, estos despidos fueron motivados por un plan de tercerización de los servicios de vigilancia y aseo que tenían en mente los directivas de la universidad tiempo atrás y que decidieron llevar a cabo utilizando como excusa las quejas de las mujeres vigilantes por violencia en su contra”.

A su vez la docente denuncia que tras haber puesto en conocimiento de las directivas de la institución estos casos, empezó a ser víctima de persecución y posteriormente fue despedida de manera inesperada. Ella señala que finalmente, el pasado17 de agosto fue citada en la oficina de Gestión Humana para recibir una notificación de un despido, que para ella es totalmente injusto. “El único motivo que alimenta esta decisión es mi trabajo comprometido en la denuncia de la violencia contra las mujeres y la defensa de nuestros derechos, en especial, a disfrutar una vida libre de violencias tanto en el ámbito laboral como en los hogares y en las escuelas”, agregó la docente.

Igualmente es de señalar que además de estos casos de acoso sexual y laboral dentro de la institución, sumados a despidos injustificados, la docente dio a conocer también un caso que sería aún más delicado, en donde presuntamente un docente habría abusado sexualmente de una estudiante, situación que nuevamente pasaron por alto los directivos de la institución, que no tomaron medida alguna contra el presunto abusador, quien al parecer aún tiene contacto directo con estudiantes menores de edad.

Tras el despido de la docente, los directivos de la Universidad de Ibagué no han querido dar declaración alguna al respecto para desmentirla; sin embargo, anunciaron que el próximo jueves realizarán una reunión del Consejo Superior, tras la cual se conocerá finalmente un pronunciamiento oficial de la institución respecto a las graves denuncias la grave denuncia hecha por la profesora Godoy.