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Las aves no son mascotas

Las aves no son mascotas

Este 30 de julio se conmemoró a nivel nacional el Día Nacional de la Vida Silvestre, una fecha creada para que los colombianos hagamos conciencia y dejemos de apoyar el tráfico ilegal de fauna y flora silvestre en el país. Lamentablemente, aun se reporta ante las Autoridad Ambiental ciudadanos que tienen como mascotas especies de fauna silvestre nativa que pertenecen a nuestros bosques.

Lastimosamente algunas de las especies que más han sido víctimas del tráfico son: El loro frentiamarillo de nombre científico Amazona ochrocephala, Guacamaya Azul y Amarilla (Ara ararauna), Perico barbiamarillo (Brotogeris jugularis) y Canario (Sicalis flaveola), aves que, al ser extraídas de su hábitat natural, sufren el maltrato y dejaran de prestar su servicio ambiental para convertirse en “mascota” de algunos, generando el desequilibrio de los ecosistemas.

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¿Por qué no son mascotas?

La legislación colombiana protege a estas aves y demás especies de fauna silvestre del tráfico, en el Decreto 1076 de 2015, artículo 2.2.1.2.1.6: “la fauna silvestre que se encuentra en el territorio nacional pertenece a la nación, salvo las especies de zoocriaderos y cotos de caza de propiedad particular” en ese sentido su administración y cuidado también les corresponde a las entidades del estado.

A pesar de lo anterior, aún existen personas que fomentan la tenencia de fauna silvestre en los hogares, sin conocer de antemano lo que ocurre,  cuando extraen a los individuos 2 o 3 días de haber eclosionado el huevo, tiempo en el que todavía necesitan del cuidado de los padres, por lo que no se garantiza la supervivencia de los mismos, adicionalmente son transportados en condiciones inadecuadas y en grandes cantidades, por cada loro en jaula se estima que mueren 20 de su especie, señalaron biólogos del CAV de Cortolima.

Por otro lado, en el caso particular de las aves, al ser extraídas del bosque se pierden algunos de los servicios ecosistémicos que estos prestan siendo dispersores de semillas, por lo que con su tráfico se está generando un impacto ecológico con la interrupción de la reproducción de nuevas especies de flora.

Problemas para la salud humana

La tenencia de fauna silvestre no solo afecta a los animales por el mismo cautiverio, en su mayoría la fauna posee enfermedades que pueden ser transmitidas por zoonosis a las personas, siendo la más común la Psitacosis, una infección generada por la bacteria Chlamydophila psittaci, que se oculta en los excrementos de las aves.

Los loros y los pericos son las aves más propensas a transmitirla. El paso de la bacteria a las personas provoca síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre, escalofríos y dolor de cabeza, por lo que es fácil confundirla con esta. El contagio se produce con frecuencia por inhalación del polvo de las heces secas que se encuentra en las jaulas.

Sin embargo, no solo los humanos pueden enfermar, de hecho, las aves son las más afectadas con el cautiverio, estos animales pierdan sus características biológicas y su calidad de vida sea cada vez peor teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos no cuentan con una dieta apropiada, consumiendo desde chocolate con pan, hasta pollo.

Dentro de los comportamientos más comunes que presentan los loros en cautiverio está el canibalismo y “picaje” (cuando se quitan las plumas).

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¿Qué hacer si se tiene un animal de fauna silvestre en casa?

Si un ciudadano tiene en su hogar un ave o cualquier especie de fauna silvestre nativa, debe tener presente que son animales que se encuentran protegidos por el estado y hacer la respectiva entrega voluntaria ante la autoridad ambiental. Una vez el animal se encuentre en la Corporación Autónoma, el animal recibirá la atención veterinaria y biológica que requiera para retornar a su hábitat o ser reubicada en un lugar que le ofrezca las condiciones de dieta y hábitat necesarios.

En caso de encontrarlos en el suelo, cerciórese bien si no está en la etapa de vuelo, la mayoría de las aves son arrojadas por sus padres del nido para que aprendan a volar, pero la madre está atenta a su polluelo desde las alturas, así que déjelo ahí y si corre peligro entonces acérquelo a un árbol cercano.

Los loros si pueden volver a su hábitat

Continuamente los ciudadanos tienen la creencia que los loros una vez hayan sido domesticados difícilmente podrán retornar a su hábitat, a lo que desde la entidad ambiental puede responder que con un trabajo de recuperación clínica y biológica Cortolima ha liberado loros en su hábitat de manera exitosa.

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