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Seis de cada diez niños diagnosticados con cáncer se curan
Crear conciencia y sensibilizar a las personas sobre esta enfermedad que afecta a niños y jóvenes de todo el planeta, es el objetivo de la conmemoración del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil.
Los más comunes en nuestro país son la leucemia -cáncer en la sangre-, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms.
El presidente de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica en Colombia, Agustín Contreras Acosta en diálogo con La Crónica del Quindío, indicó que en Colombia cada año se registran aproximadamente 1.600 casos de cáncer en menores.
De acuerdo con las cifras que maneja la Organización Mundial de la Salud, OMS, cada año se le diagnostica la enfermedad a unos 400.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de entre 0 y 19 años, siendo esta enfermedad una de las principales causas de mortalidad en el mundo en esta población.
Por el interés relevante del tema reproducimos parte de la entrevista con el hematólogo oncólogo pediatra
¿Qué es el cáncer infantil?
El doctor Contreras Acosta explicó que el cáncer infantil agrupa varias enfermedades, entre las más comunes están las leucemias agudas, los linfomas, los tumores del sistema nervioso central, el neuroblastoma, tumor de Wilms. “La más frecuente en Colombia es la leucemia linfoblástica aguda, que comúnmente se conoce como cáncer en la sangre, básicamente es cuando la médula ósea -que es la que se encarga de producir todos los elementos de la sangre- empieza a multiplicar esas células de forma desordenada, cuando no han alcanzado la maduración adecuada”.
El cáncer infantil en los países de altos ingresos tiene una tasa de supervivencia del 80 %, es decir, por cada 10 niños diagnosticados se curan 8. Sin embargo, en Colombia la tasa de sobrevida es menor entre el 55 y el 60 %, es decir, entre 5 y 6 de cada 10 niños sobreviven.
“Es una tasa muy por debajo de los países de altos ingresos, cuando vemos las tasas de supervivencia de los EE. UU., de los años 80, se estaba alcanzando sobrevida del 65 % y aquí en Colombia todavía no hemos igualado esa tasa”, subrayó el presidente de la asociación.
Muchos aspectos pueden incidir en que los resultados de Colombia estén, incluso, por debajo de países de la región como Argentina, Brasil o Chile, y, a pesar de que no hay tratamientos de última tecnología, ya que los medicamentos para el tratamiento, por ejemplo, de la leucemia se vienen utilizando desde mediados del siglo XX.
“Otro factor puede ser el desabastecimiento de medicamentos, el año pasado tuvimos varios problemas con un medicamento que se llama citarabina y al tener pacientes, que no pueden recibir la medicina en el momento en que la debe tomar, eso puede influir en que disminuyan las tasas de sobrevida. Sin embargo, también pueden existir factores genéticos, hay alteraciones genéticas asociadas a peor pronóstico en los niños hispanos, según los estudios que se han realizado en EE. UU.”, explicó el especialista.
Si a este escenario se le suman los problemas sociales, económicos de muchos pacientes que, por ejemplo, viven en área rural, se entiende por qué la sobrevivencia es menor. “A pesar de que la ley de cáncer infantil plantea que las EPS deben brindarles todos los requerimientos de transporte y alimentación a veces se hace difícil el cumplimiento. A veces también los mismos padres tienen prioridades como las de la comida y el trabajo, eso hace que el tratamiento no se haga con la disciplina que se debe hacer”, señaló el doctor Agustín Contretas Acosta.
No obstante, la lucha contra el cáncer infantil no está perdida, pues el diagnóstico temprano resulta bastante esperanzador en cuanto a las posibilidades de supervivencia. “De ahí que también valga la pena recalcar los signos de alarma que puedan llevar a que los padres lleven a consulta a sus hijos de manera inmediata”.
Las señales de advertencia
El presidente de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica advirtió sobre la importancia de la detección temprana del cáncer infantil y sus posibles signos de alerta.
“Si el niño está pálido, decaído, le duelen los huesos, las articulaciones, tiene cojera, le duele la espalda -el dolor de espalda no es frecuente en los niños-, dolores que lo despierten en la noche pueden ser sintomatología que indica cáncer. También deben llevarlo si tiene fiebre prolongada, sangrados por las encías, por la nariz, aparición de morados sin traumatismos previos importantes”, dijo
Explicó que hay un cáncer muy frecuente en los niños, sobre todo en los menores de 3 años, que es el retinoblastoma, el tumor de ojo más frecuente, muchas veces los padres lo pueden detectar tomando una fotografía, con el flash del celular, ya que donde habitualmente se ven los punticos rojos, en estos casos se ven de color blanco, eso debe llevar a consultar de manera rápida.
La salud de la familia
El diagnóstico de cáncer no solo afecta al niño, sino a toda la familia, en la parte emocional, en la dinámica de la misma por eso el tratamiento no solo requiere de oncólogos sino también de pediatras, sicólogos y una serie de profesionales dispuestos a apoyar a la familia.
Y una vez el menor es diagnosticado se recomienda hacerle seguimiento y velar por estar en un ambiente sano. “Las quimioterapias son un tratamiento para que desaparezcan las células malas, pero también afecta las buenas, por eso se bajan las defensas, un niño así está expuesto a tener infecciones, de ahí la importancia del uso del tapabocas, el lavado de mano y una sana alimentación, no pueden estar comiendo de restaurantes, sino en la casa, preservando las medidas higiénicas del lavado de verduras y ojalá que las frutas tengan cáscaras para que no estén expuestas.
Además, es muy importante la consulta rápida ante cualquier señal como una fiebre, esa puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, puntualizó el doctor Contreras Acosta.
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