Según los residentes, esta concretera propiedad del grupo inmobiliario Torreón, trabaja hasta altas horas de la noche, perturbando la tranquilidad de las más de 300 familias que habitan en los apartamentos. Asimismo, el polvo que genera el proceso de mezclado y triturado, viene perjudicando la salud de adultos y menores de edad que han sufrido complicaciones respiratorias. La preocupante situación ha conllevado a que varios propietarios pongan en venta sus inmuebles y los arrendatarios se vayan del conjunto.

“Trabajan hasta las 10 u 11 de la noche. Ya no sabemos qué hacer. Hemos pasado cartas a la constructora y no nos dan soluciones. Le pedimos a los organismos competentes como Cortolima que nos ayuden con esta concretera que está contaminando nuestras viviendas y afectando la salud de nuestros hijos”, indicó la propietaria Leidy Trujillo.

Varias personas han tenido que publicar videos en redes sociales para llamar la atención de las autoridades ya que los múltiples derechos de petición que se han enviado, hasta el momento no han sido respondidos.

“Lo único que nos dicen es que la concretera desaparecerá una vez finalice un proyecto de vivienda que están construyendo en ese predio. Lo que nos preocupa es que la obra está parada hace varios meses y quién sabe cuándo vayan a terminar eso”, manifestó el integrante del Consejo de Administración, Henry Gonzalez.

Al parecer de nada ha servido que la planta pertenezca al mismo grupo inmobiliario que construyó el conjunto, puesto que no han prestado atención a las inconformidades de los desesperados residentes, quienes por estos días piensan que haber invertido en dicho proyecto fue un error.

ELCRONISTA.CO se trató de comunicar con Jaime Jiménez, gerente del grupo Torreón, para conocer si la concretera cuenta con el permiso de emisiones atmosféricas para su operación y si su uso de suelo en la zona está acorde al Plan de Ordenamiento Territorial, pero no fue posible.