En un lamentable giro de los acontecimientos, los consumidores de sustancias psicoactivas han ido desplazando gradualmente a la fauna que habitaba un pequeño jardín en ambos lados de la avenida Ambalá, justo frente al centro comercial La Estación. La vegetación que alguna vez adornó el lugar ha desaparecido progresivamente, dejando al descubierto la falta de presencia de autoridades tanto a nivel ambiental como municipal.

Un residente del área informó a El Cronista.co que se han agotado los intentos de contactar a la Policía Metropolitana sin recibir una respuesta positiva. "Llegan al lugar, se quedan un rato y luego todo vuelve a la normalidad. Esto es un problema que crece con los días porque ha atraído a muchas más personas que necesitan la ayuda de todos. No se trata de estigmatizar a quienes están en el lugar, pero debemos crear espacios seguros para todos", expresó.

La zona ya no es segura, y caminar por ella genera temor. La constante inquietud invade a los habitantes, especialmente a las mujeres. Esperanza Torres, una joven residente de Ibagué, ha optado por tomar el transporte público en lugar de caminar por ese tramo para evitar posibles problemas.

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Carlos Barrios cuestiona el papel de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, señalando que a pesar de la cantidad de personal que tienen contratado, no se ve ninguna acción concreta. No están protegiendo el tramo que fue un compromiso tanto de la ciudadanía como del centro comercial para mantenerlo como un pequeño pulmón verde en medio de la avenida Ambalá.

El río Chipalo ha quedado al descubierto, vulnerable en una zona que alguna vez estuvo protegida por una densa vegetación. Los residentes del sector están llenos de desesperanza, ya que ni la Policía Metropolitana, ni la alcaldía de Ibagué, y mucho menos Cortolima, parecen preocuparse por un espacio que ahora parece tener nuevos dueños.