El nombre del científico Manuel Elkin Patarroyo salió a relucir en denuncias sobre cuantiosos salarios que devenga un selecto grupo de docentes de la Universidad Nacional.

El informe periodístico de la revista Raya que ha causado enorme polémica en el país, se da medio de la parálisis decretada en la Universidad Nacional en protesta por la cuestionada elección del nuevo rector Ismael Peña.

En los documentos y denuncias allegadas por la revista Raya da cuenta sobre exorbitantes salarios que reciben un grupo reducido de docentes de la Universidad Nacional, en los que se contemplan bonificaciones adicionales y viáticos.

Uno de los casos que más ha llamado la atención por ser el nombre de reconocimiento en la lista es el del científico tolimense Manuel Elkin Patarroyo, quien de acuerdo a la lista publicada por la Revista Raya, de los 100 profesores con los salarios más altos dentro de la Universidad Nacional, Patarroyo aparece en el quinto puesto de los mejor pagos, con un salario por encima de los 48 millones de pesos y aparece registrado como profesor de tiempo completo de la facultad de Medicina.

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Pese a ello, Raya en su informe da cuenta que el científico Manuel Elkin Patarroyo “no dicta clases desde el siglo pasado y su carga académica corresponde a labores administrativas e investigativas como director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, donde desarrolla su proyecto estrella, la vacuna SPf66 contra la malaria, el cual no ha tenido efectividad hasta el momento”.

Hasta el momento y después de conocido el informe de Raya, el científico Patarroyo no se ha pronunciado al respecto.

Gobierno se pronuncia sobre situación de la UN

En un comunicado a la opinión pública entregado este viernes por el Ministerio de Educación, sobre la situación de anormalidad académica que se vive en el claustro de educación superior más importante del país, debido al rechazo por la forma que se designó nuevo rector, dice que desde el Gobierno Nacional se reconoce la movilización social, la protesta pacífica y escenarios de diálogo que promueven las transformaciones que requiere el país.

Sin embargo, se enfatiza que se rechaza cualquier acto de violencia que atente contra la vida y la dignidad de las personas, y afecte los bienes públicos.

“… invitamos a los movimientos estudiantiles y profesorales, a los rectores y rectoras, al personal administrativo y a toda la comunidad educativa, a abrir canales de diálogo que permitan llegar a consensos sobre los ajustes que requiere el Sistema de Educación Superior en Colombia, en el marco de la autonomía universitaria y dentro de los principios de libertad de cátedra e investigación, y administración libre de su patrimonio”, reza uno de los apartes del comunicado.

Remata el comunicado con un llamado “a las  directivas de la Universidad Nacional de Colombia a que haga un análisis juicioso de la coyuntura y, en ejercicio de la autonomía universitaria, trace una ruta que permita abrir espacios de diálogo y concertación entre todos los estamentos de la universidad de manera que, a corto plazo, se encuentren caminos para superar la actual crisis”.

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