Aunque La Lechera no nació en Colombia, Nestlé, organización detrás del producto confirmó que se fabrica con materias primas colombianas, en especial la leche de los departamentos del Caquetá, Antioquia y la Costa Caribe.

Su empaque ha evolucionado con el tiempo, pero los que bordean los 40 años para arriba guardan ese hermoso recuerdo de abril una lata unipersonal de La Lechera con una puntilla en dos lados diferentes, porque lo más importante era soplar por uno de esos orificios, esperando saborear hasta la última gota. 

La historia del producto data de 1914 en los Estados Unidos de América. A Colombia llega a través de Panamá a mediados de 1922, y desde entonces se quedó en la mayoría de los hogares, porque solo se necesita imaginación para sacar de una lechera más de cien postres. 

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Pero no solo llena de orgullo el producto que poco ha variado en su sabor, salvo la innovación de menor azúcar sin perder la esencia. La leche de La Lechera es colombiana, es de pequeños y medianos productores de departamentos como el Caquetá, Antioquia o Costa Caribe. Ganaderos unidos con la multinacional transportan la leche hasta la fabrica Nestlé en Bugalagrande en el Valle del Cauca. 

“Durante cien años hemos sido parte de la vida de varias generaciones de colombianos. Desde las épocas en que destapábamos la lata de La Lechera con una puntilla para disfrutar ese sabor incomparable, pasando por muchos cambios y transformaciones que han hecho evolucionar a las familias, las costumbres y la alimentación, y con lo cual la lechera, manteniendo su sabor único y delicioso, ha ido evolucionando su portafolio para ofrecer opciones que se adaptan a los gustos y necesidades  ara seguir convirtiendo sus pequeños momentos en grandes historias”, dijo Martha Arbeláez, directora de Mercadeo y Comunicaciones de Nestlé Colombia.

La Lechera ya no requiere de esa puntilla a veces hasta oxidada, sus diferentes presentaciones permiten al finalizar el almuerzo contar con ese toque dulce que alegre el resto del día.