Desde la noche anterior, con insistencia se viene rumorando en círculos políticos de la ciudad de Ibagué, la posible revocatoria de la sanción por 10 años para ejercer cargos públicos que pesaba contra el exalcalde  de Ibagué Jesús María Botero.

De ser cierta esta versión, serían  dos los beneficiados por una mano invisible y generosa de la Procuraduría General de la Nación, que hace unos días también favoreció con la misma medida a Mauricio Pinto, hombre de confianza del gobernador del Tolima Oscar Barreto.

El exalcalde de Ibagué,  estaba sancionado en segunda instancia por la Sala Disciplinaria de la Procuraduría, que lo destituyó e inhabilitó por 10 años para ejercer cualquier cargo público.

Como se recordará en la misma providencia, fueron también destituidos e inhabilitados los exfuncionarios de gabinete de Martha Mirella Peña, secretaria de Apoyo a la Gestión y delegada de Botero Gutiérrez, con 12 años, y a Jaime Orlando Vélez, exsecretario de Infraestructura, con sanción disciplinaria e inhabilidad de 10 años.

También, con 10 años a los exadministrativos de la Gestora Urbana Alfonso Carrero López y Adriana Carolina Perea Cadavid, exgerente y exfuncionaria, respectivamente.

En el caso de Jesús María Botero Gutiérrez, la destitución e inhabilidad se basó en la comisión de una falta disciplinaria gravísima cometida con culpa gravísima, por haber implementado convenios administrativos que buscaban burlar el régimen de contratación para no convocar a licitaciones públicas, sino transferir los recursos a la Gestora Urbana que  tenía un régimen de contratación especial para adjudicar a dedo los contratos.

Estos contratos siempre iban a parar en manos de un grupo de personajes conocido en la época con el nombre  de los  'Los 12 Apóstoles', que cambiaban documentos y pasaban, entre ellos mismos, documentos y empresas distintas para entre sí, quedarse con los contratos.

En la providencia se sanción al exalcalde se decia: (…) Jesús María Botero Gutiérrez, en calidad de alcalde de Ibagué y responsable de la dirección y manejo de la actividad contractual, omitió sus deberes de vigilancia y control sobre el ejercicio de la competencia delegada en la Secretaría de Apoyo a la Gestión, permitiendo que se celebrara de manera directa los contratos interadministrativos objeto de cargo con el Banco Inmobiliario, Gestora Urbana (…). Esto prácticamente era la mismo que estaba haciendo el anterior alcalde Luis H. Rodríguez, de delegar la contratación de las obras de los Juegos Nacionales con el fin de lavarse las manos.

Luis H. Rodríguez, quien llegó con el apoyo de Botero a reemplazarlo, fue un cómplice de esa administración, que de hecho quedó con parte del gobierno en diferentes secretarias como Salud, hospital San Francisco, la USI, entre otros.

Ahora, se dice que Botero Gutiérrez,  aspirará a la Cámara de Representantes en las próximas elecciones de 2018, pero aún no se sabe por qué partido o movimiento.

En las pasadas elecciones, Botero hizo campaña por Óscar Barrero a la gobernación y por John Esper Toledo a la alcaldía. Tiene de hecho representación en la gobernación a través de sus esposa y varios amigos.

Solo falta esperar que se confirme la noticia la semana próxima, y así poder establecer los nexos de las medidas de la Procuraduría General de la Nación, que orienta desde la sombra Antonio Ordoñez, a través de su parcera y cómplice, la procuradora encargada Martha Isabel Castañeda, que favorecen a dos polémicos personajes de Ibagué y el Tolima, como Mauricio Pinto y Jesús María Botero.