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La cruda realidad en el Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué

La cruda realidad en el Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué

La situación económica del Hospital Federico Lleras Acosta se convierte en un tema crítico bajo la nueva gestión de la gobernadora Adriana Magally Matiz. Aunque los informes financieros pueden mostrar una imagen aparentemente positiva, son los usuarios y el personal quienes enfrentan diariamente las consecuencias de lo que realmente acontece dentro de la institución médica más relevante de la región.

En un momento anterior, el diputado liberal Carlos Arturo Reyes destacó que servicios de alta complejidad, los cuales podrían generar mayores ingresos para la institución, fueron tercerizados, dejando únicamente un bajo arrendamiento como fuente de ingresos para la E.S.E.

Otros asuntos, como la adquisición del acelerador lineal, que requirió recursos adicionales para su adaptación y aún no está operativo, han sido objeto de investigación por parte de la Contraloría Delegada del Tolima. Este proceso condujo al embargo de los salarios de algunos funcionarios, incluido el gerente Luis Eduardo González, en el marco de la responsabilidad fiscal No. 463 del 28 de septiembre de 2022 (No. 2022-41887), con un presunto detrimento de 4.895.049.240 pesos al HFLlA.

En relación al personal, una de las debilidades del hospital, existe un número indeterminado de contratistas, especialmente en el área administrativa, que además de brillar por su ausencia sus responsabilidades son desconocidas para los empleados de planta. Surge la interrogante sobre las actividades reales de estos contratistas, cuyas facturaciones mensuales son una constante.

Un área crítica es el departamento de Mercadeo. El hospital ha perdido gradualmente a algunas EPS, ya sea por procesos de liquidación o decisiones estratégicas de otras como la Nueva EPS, que optaron por contratar con otras IPS y clínicas debido a ofertas más competitivas. La planta de personal ha aumentado, pero los recaudos han disminuido, agravando la situación mientras el gerente y su equipo aparentan normalidad en las redes sociales.

A pesar de la imagen de un gerente emprendedor con buenas ideas, la realidad del Hospital Federico Lleras Acosta parece distanciarse de este retrato, sumiéndose en el maquillaje de documentos que no reflejan la verdadera situación del centro médico.

Ojalá el gobierno nacional vuelva a poner los ojos sobre nuestro hospital, pues es el único hospital público referente para atender a los usuarios en toda su área de influencia. 

Por Óscar Viña Pardo

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