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Intento fallido de fuga en la cárcel de Picaleña
La cárcel, un lugar que representa una pesadilla para muchos, se convierte en el escenario donde los internos, deseosos de recuperar su libertad, idean innumerables estrategias para fugarse. Esta semana, la historia tomó vida cuando Arismendi Guelvis Nilson se infiltró en el vehículo que transportaba los alimentos para intentar evadir los estrictos controles del centro penitenciario.
Alejandro Durán, trabajador del INPEC, relató que "se registró una tentativa de fuga dentro del centro penitenciario cuando se recibían los alimentos para el centro penitenciario. Al observar el vehículo estacionado, se camufló y se desplazó por los patios". Sin embargo, la astucia de Guelvis no fue suficiente, ya que guardia notó un movimiento extraño, dio la alarma y el intento de fuga fue frustrado.
A pesar de la espectacularidad del episodio, las estrictas medidas de seguridad del establecimiento carcelario impidieron que el interno lograra su cometido. Durán señaló que, tras el incidente, se llevó a cabo un conteo en todo el recinto sin encontrar ninguna anomalía.
Aunque las fugas carcelarias son un tema recurrente en películas, en este caso, la realidad superó la ficción, dejando como resultado un éxito para los guardianes de la cárcel de Picaleña. Sin embargo, se espera que se realice una investigación exhaustiva sobre el incidente para asegurar que no exista responsabilidad por parte de los funcionarios del COIBA en ese turno.
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