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Escasez de escenarios deportivos frena competencias en Ibagué

Escasez de escenarios deportivos frena competencias en Ibagué

Multideportivo del barrrio Piedrapintada

Una de las mayores preocupaciones de los deportistas en Ibagué, ya sea en baloncesto, fútbol sala o voleibol, es la falta de escenarios deportivos adecuados para competir a lo largo del año. Aunque parece contradictorio, considerando la buena infraestructura presente en los barrios de la ciudad, la realidad es que estos espacios no están disponibles para competencias.

Los campeonatos, por categorías o disciplinas, suelen realizarse en horas nocturnas, el único momento disponible para la mayoría de los jugadores que, tras cumplir con sus obligaciones laborales, deben conformarse con jugar hasta altas horas de la noche en cualquier cancha que logren conseguir.

Durante el día, las instalaciones se destinan a escuelas deportivas o actividades recreativas, las cuales no requieren una demanda específica para la ejecución de torneos y, al ser entre semana, generan satisfacción entre la ciudadanía. 

Sin embargo, los campeonatos son otra historia: no solo fomentan el deporte, sino que también generan empleo, desde los árbitros hasta los vendedores de tiendas y cuidadores de vehículos. Algunos podrían pensar que las cajas de compensación familiar son la solución, pero estas no cumplen con las expectativas de los deportistas debido a factores como la distancia y la disponibilidad de horarios nocturnos.

Conversando con organizadores de torneos de diversas categorías (sub-20, sub-30, sub-40, mayores de 50), me informaron que antes el alquiler de las canchas costaba 15 mil pesos por hora, monto cubierto por los deportistas a través del pago por encuentro. Ahora, el precio oscila entre 25 y 30 mil pesos por hora, encareciendo los torneos y provocando la desaparición de muchos de ellos.

Competir, incluso contra los mismos oponentes, forma parte de la pasión del deportista. Ganar un torneo, perder otro, vivir la adrenalina de cada juego, es algo difícil de explicar. Los deportistas somos una gran familia, y aunque discutamos en la cancha, compartimos el deseo de sentirnos vivos a través del deporte, de ganarnos ese trofeo simbólico con el sudor de nuestra frente.

No queremos convertirnos en una generación de deportistas "cuchos" que se vean obligados a jugar Candy Crush o Pac-Man. Queremos más. Por eso, hacemos un llamado a las Juntas de Acción Comunal y al IMDRI para que se reúnan con los organizadores de campeonatos y árbitros, con el fin de sumar esfuerzos y permitir que estos torneos se realicen durante todo el año. Esperamos con ansias el complejo de la 42.

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