Jairo Rodríguez Bustamante, director de la Corporación Expedición Líbano, es quizás uno de los gestores culturales en la actualidad con más recorrido y trascendencia en el quehacer cultural del departamento. Su nivel de exigencia, responsabilidad y experticia, lo ha llevado a obtener importantes triunfos tanto en plano nacional como internacional.

Terminado el Festival Folclórico Colombiano habló duro contra la organización del mismo. En lo que atañe a su participación directa en el Concurso Departamental mostró todo su inconformismo porque considera que hubo muchas irregularidades, sobre todo por parte de los jurados.

“Todo resultó un montaje para favorecer a los grupos y/o candidatas de municipios amigos de la Gobernación, a ellos se les permite saltarse las reglas y a los o las que no son del afecto gubernamental se les calificó con estricto rigor”, dijo.

Agregó que en “En el Encuentro Departamental hubo agrupaciones que no se presentaron en el momento indicado por el orden alfabético y no hubo explicación alguna para ello, otros sin grupo musical, por lo cual usaron pistas, algunos más con integrantes extras, solo se permitían 12 personas en escena, algunos interpretando musical y coreográficamente ritmos que no tienen nada que ver con el pentagrama tradicional del Tolima, algunos se pasaron de tiempo, pero, no pasó nada”.

Señaló el Director de Expedición Líbano que quienes no eran afectos de la organización “se les miró con lupa y hasta hubo amenaza de descalificación por llevar instrumentos diferentes al formato cucamba, algo difícil de encajar en Subregiones como la del Norte y Los Nevados por la marcada influencia paisa, cundinamarqués y boyacense”.  Mientras que con “los grupos amigos que cantaron e interpretaron instrumentos y ritmos diferentes a los permitidos no hubo ni siquiera un llamado de atención”.

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Dijo el folclorólogo Rodríguez, que en el Reinado departamental, desde la imposición de bandas ya se veía cuál sería el resultado final y eso fue lo que se dio, a pesar de que la Señorita Purificación interpretó ritmo de Merengue Campesino, propios de Boyacá, y realizó trovas al estilo paisa, como si aquí en el Tolima no pudiéramos hacer ese tipo de rimas al ritmo de rajaleñas de dedo parado. 

Concluyó que todas las anomalías presentadas resultan favorecidas con el silencio y el miedo que le asiste a muchos directores de agrupaciones folclóricas del departamento, que por temor a las futuras retaliaciones de no concederles nada, prefieren quedarse callados. 

“En mi caso, solicité una reunión de directores, coreógrafos y Dirección Departamental de Cultura para que habláramos sobre investigación, creación, formación, circulación, apoyo a eventos y manejo adecuado de concursos y festivales departamentales, pero infortunadamente se incumplió la palabra del Coordinador de Danzas Departamental, Dagoberto Lis”, aseguró Jairo Enrique Rodríguez.

Reiteró, que invitó a los directores del resto de agrupaciones para que presionaran dicha reunión, pero me manifestaron su miedo a hablar porque tienen algunas cosas pendientes con la Gobernación.

Enfatizó el Director de Expedición Tolima que de no existir unidad entre el gremio “se continuará con la debacle de las Fiestas del Tolima, y año a año serán menos los que asistan, o quizás puedan ser muchos, todo dependerá de qué hace la Gobernación en cada municipio y por ende deban chulear la asistencia de cada uno a las fiestas que los inviten, así todo ya esté arreglado”.