Por Manuela Ospina Varón

Si bien no existe un número exacto de conflictos a nivel mundial, y cada uno cuenta con distintas caracteristicas, intensidades, tiempos, e igualmente pueden nacer o terminar en cualquier punto. Actualmente, estos tienen diferentes naturalezas; unos son producto de guerras civiles, conflictos armados, diferencias étnicas, tensiones religiosas o conflictos territoriales.

Algunos son más conocidos y reciben una cobertura significativa en medios de comunicación, mientras que otros pueden ser más localizados y menos visibles a nivel internacional.

Ahora bien, haciendo un barrido general a los conflictos actuales en el mundo encontramos:

Siria: Un conflicto que inició en 2011, como parte de las protestas de la Primavera Árabe y se ha convertido en una devastadora guerra civil que ha involucrado a múltiples actores, incluido el gobierno sirio, rebeldes, grupos extremistas como ISIS y Jabhat al-Nusra, así como intervenciones extranjeras de países como Rusia, Irán y Turquía. Una guerra que no tiene determinado el número real de muertos y desplazamientos masivos que conducen a una crisis humanitaria sin retorno.

Yemen: un conflicto intensificado desde 2015 cuando los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, tomaron el control de la capital: Saná, y derrocaron al entonces gobierno reconocido internacionalmente. Arabia Saudita lideró la coalición militar que intervino en apoyo al gobierno y ha estado llevando a cabo operaciones militares en el país desde entonces. El conflicto ha provocado una crisis humanitaria grave, afectando la inseguridad alimentaria y el acceso limitado a servicios básicosen la población.

Afganistán: Este continuo conflicto se viene complicando hace decadas, involucrando a múltiples facciones, grupos insurgentes como los talibanes y la intervención de potencias extranjeras, como Estados Unidos de América, y la OTAN. Aunque las tropas estadounidenses se retiraron en 2021, los talibanes han avanzado y tomado el control de vastas áreas del país. La situación sigue siendo inestable y la violencia no para.

África Occidental y el Sahel: Varios países de África Occidental y la región del Sahel, como Nigeria, Mali, Níger, Burkina Faso y Chad, enfrentan la amenaza de grupos insurgentes como Boko Haram, afiliado al Estado Islámico, y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Estos grupos han llevado a cabo ataques terroristas, secuestros y enfrentamientos con fuerzas de seguridad locales e internacionales.
Somalia: El conflicto en Somalia ha sido prolongado, involucrando a múltiples actores, incluido el grupo insurgente Al-Shabaab, que sigue luchando contra el gobierno central y las fuerzas de paz de la Unión Africana. Al-Shabaab lleva a cabo ataques terroristas en Somalia y en países vecinos como Kenia.

Afganistán y Pakistán: Además del conflicto interno en Afganistán, la región también enfrenta la amenaza de grupos insurgentes como los talibanes y grupos afiliados a Al Qaeda. En Pakistán, el gobierno sigue luchando contra grupos insurgentes como el Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP) y otros grupos militantes en las áreas tribales y fronterizas.

Filipinas: En el sur de Filipinas, particularmente en la región de Mindanao, hay un conflicto de larga data entre el gobierno filipino y grupos insurgentes como el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) y grupos afiliados a Abu Sayyaf, que han estado luchando por la independencia o la autonomía de la región.
República Democrática del Congo (RDC): En el este de la RDC, grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), grupos Mai-Mai y otros grupos rebeldes han estado activos durante años, causando volatilidad y un aumento de violencia en la región.

Sahel central: Además de los países mencionados anteriormente, países como Mauritania, Senegal y Chad enfrentan amenazas de grupos terroristas yihadistas, incluidos grupos afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico.

Myanmar: En Myanmar, hay varios conflictos étnicos y separatistas en curso, involucrando grupos armados étnicos como el Ejército de la Independencia de Kachin (KIA) y el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang (TNLA), entre otros.
Sri Lanka: Aunque la guerra civil en Sri Lanka entre el gobierno y los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE) terminó en 2009, aún persisten tensiones y brotes de violencia en algunas áreas, especialmente en el norte y este del país.
Tailandia: En el sur de Tailandia, hay un conflicto en curso entre el gobierno central y grupos separatistas malayos, que han llevado a cabo ataques insurgentes en la región.

Ucrania y Rusia: Una relación tensa durante mucho tiempo y la cual ha estado marcada por el hito de la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y el conflicto en el este de Ucrania entre las fuerzas ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia.

Esta situación en el este de Ucrania, en particular en las regiones de Donetsk y Lugansk, es volátil, con enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los separatistas. Además, las conversaciones de paz y los esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto habían sido intermitentes y no se ha logrado una solución sostenible.

Las tensiones entre Ucrania y Rusia también se han visto exacerbadas por otros eventos, como las disputas sobre el suministro de gas natural y el estatus político de Crimea. Las sanciones internacionales impuestas a Rusia como resultado de su participación en el conflicto en Ucrania también afecta las relaciones bilaterales.
Estos son solo algunos ejemplos, y la situación en cada país es compleja y puede estar en constante evolución. Los grupos insurgentes y las organizaciones terroristas a menudo se benefician de la inestabilidad política, la pobreza y otros factores para reclutar seguidores y mantener su influencia. La cantidad exacta de guerras activas puede variar según la definición utilizada y la inclusión de diferentes tipos de conflictos armados. 

Por eso si estos temas son de su interés es recomendable siempre buscar fuentes confiables y acudir a Organizaciones neutrales, como el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) y el Instituto de Economía y Paz (IEP), instituciones que llevan a cabo investigaciones para rastrear y analizar conflictos armados en todo el mundo. Es fundamental seguir de cerca las noticias actuales y utilizar fuentes confiables para comprender mejor la situación del mundo, y recuerde que aunque la novedad se desvanezca, esto no es un sintoma que un conflicto pierda intensidad, son muchos los enfrentamientos que en pleno siglo 21 se convierten en costumbre, donde las muertes incrementan su numero y no se ve un limite.

Manuela Ospina Varón 

Internacionalista de la Universidad del Rosario con Énfasis en Política Exterior y Diplomacia de la Universidad Complutense de Madrid, España. 
Master in international Business Administration - Miami, Florida.