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Beatriz Valencia mete presión a la campaña por Alcaldía del Líbano

Beatriz Valencia mete presión a la campaña por Alcaldía del Líbano

Beatriz Valencia y Diego Padilla, en reñida disputa por la Alcaldía del Líbano

En el Líbano, hasta hace unas semanas había quienes aún estaban convencidos de que la candidata a la Alcaldía, Beatriz Valencia, seguía siendo una ficha del ‘barretismo’. Los comentarios apuntaban a que el nombre de Valencia no era más que una diestra estrategia del barretismo, que consistía en que al final de la campaña la retiraban y de esa manera se aseguraban con el triunfo del candidato Diego Padilla. Esa situación no se dio.

Valga decirlo, razones no les faltaron a quienes así pensaban. Vale mencionar alguna de ellas. La exalcaldesa de Murillo siempre ha sido cercana en amistad personal y política, del exrepresentante a la Cámara, José Helver Hernández, ‘Choco’. Los cargos que ha ocupado tanto a nivel departamental como nacional han contado con el padrinazgo de este excongresista.

Otro motivo para pensar que Valencia jugaría de comodín del barretismo en la campaña, es precisamente que el excongresista ‘Choco’ es más aliado que contradictor del senador Óscar Barreto, líder máximo del partido Conservador en el Tolima.

Lo cierto es que a medida que la campaña avanzaba, Beatriz Valencia se iba empoderando más, se iba haciendo más visible, su propuesta se convirtió más atrayente frente a la del resto de contendores. Empezó a hablar duro contra la corrupción y la politiquería. A partir de ahí, afloraron una serie de hechos que terminaron en que sectores que antes la miraban con recelo, empezaran a mostrar por ella una atención especial.

Pero eso no era suficiente para posicionarse como una candidata con opción de triunfo. Necesitaba Beatriz Valencia enviar un mensaje contundente que le permitiera ganarse la confianza del grueso de la opinión del Líbano que aún la veía anclada a dirigentes que como el exrepresentante ‘Choco’, no gozan de buen prestigio en el municipio.

Si bien Beatriz Valencia se hizo avalar por firmas, más de 13 mil, el rótulo de cargar sobre sus hombros el nombre de José Helver Hernández, la alejaba de sectores indecisos o de sectores que no encontraban sintonía en el partido liberal, el Pacto Histórico y menos en el candidato de las preferencias del barretismo. Esos sectores indecisos esperaban una señal que justificara que valía la pena llegar a su campaña.    

Si demuestra independencia sobre todo de los mismos de siempre que han sido culpables de lo que pasa en el Líbano, Beatriz puede escalar, porque la gente no está conforme ni con el candidato oficial del barretismo, ni del partido liberal, los del Pacto Histórico están divididos y los otros candidatos tampoco han pegado”, había comentado hace un par de semanas atrás un exconcejal liberal que hoy expresa que va a votar por Valencia. 

“No soy ni la de Barreto ni la de Choco”

Ante ese panorama, Beatriz Valencia supo interpretar el momento y dio el salto a la independencia o mejor, quitarse ese manto de dudas. Un primer hecho que pegó fuerte tuvo que ver con la tajante declaración cuando dijo que “no soy ni la de Barreto ni la de Choco”. Con ese anunció no solo envió el mensaje de independencia que muchos reclamaban, sino que reafirmaba que su candidatura iba hasta el final.

Pocas horas después apareció con el anunció que le quitaba el respaldo a la candidata del barretismo a la Gobernación del Tolima, Adriana Magali Matiz. Es decir, la independencia se hizo más evidente.

Denuncia de frente contra la corrupción

Pero faltaba la cereza en el postre y con ello redondeaba la faena. Con megáfono en mano convocó a un plantón en las afueras del hospital regional ‘Alfonso Jaramillo Salazar’, en una jornada que denominó ‘libera tu voto’. “Hoy le decimos a los libanenses que rompemos las cadenas de la corrupción, del sometimiento, de la humillación, no vamos a permitir que sigan acabando con el municipio…Estamos cansados que se juegue con la necesidad de la gente, estamos cansados que se roben la plata del presupuesto público para beneficiar las campañas que se patrocinan desde la Alcaldía, desde el Hospital, desde la Empresa de Servicios Públicos, donde una o dos personas que manejan la contratación del hospital hoy tienen al pueblo arrodillado”.

Con esta protesta Beatriz Valencia sacó a flote un malestar generalizado en el Líbano que refrendó en su discurso de cierre, donde aprovechó para pasar su cuenta de cobro, dijo que trataban de destruirla porque no había nacido en el Líbano. “Yo les pregunto al resto de candidatos, qué han hecho como libanenses para defender el Líbano, dónde estaban, cómo permitieron que acabaran con este bello municipio”. Entonces, alguien de los asistentes asintió y expresó que la “candidata Valencia le quitó las banderas al Pacto Histórico, porque si alguien debió haber denunciado la corrupción del hospital como lo hizo la dra Beatriz, debió haber sido el candidato del Pacto Histórico”

Desde la noche del sábado y a pocos días para el 29 de octubre, en el Líbano ha tomado fuerza la idea de que Beatriz Valencia ya le pisó los talones al candidato del barretismo Diego Padilla, pues desde distintos sectores se habla del crecimiento que alcanzó en las últimas semanas la campaña de la exalcaldesa de Murillo, incluso se comenta de la desbandada de seguidores de otras campañas en apoyo a la candidata Valencia.

Beatriz Valencia supo capitalizar el descontento, demostró con hechos en la campaña que es independiente, ha hablado en el idioma que muchos en el Líbano queríamos que se hablara. Fue la única que se atrevió a decir las cosas de frente”, afirmó uno de sus coequiperos.

Lo cierto es que con la frase “No soy ni de Choco ni de Barreto”, la candidata Beatriz Valencia hizo un desmarque que le podría arrojar réditos electorales inmensamente favorables este 29 de octubre.

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