El mural que aparece en el costado sur occidental del edificio Nicolás Gómez o más conocido y recordado “Grano de Oro” es considerado un bien de interés cultural, por lo tanto, debe ser protegido y el local comercial que lo está tapando debe ser desalojado de allí, así lo ha señalado la Secretaria de Cultura y Turismo.

El año anterior esa entidad del orden municipal puso en conocimiento al Ministerio de Cultura su situación, reconociéndolo como un bien de interés cultural del ámbito municipal el cual debe ser recuperado por la administración municipal, dado que el mural conocido como el ‘Grano de Oro” o históricamente como el “Mural del hombre y el paisaje tolimense” está dentro de aquellas obras que figuran como un patrimonio.

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El arquitecto Alejandro Armesto dijo que ante el desconocimiento que hace la administración del edificio Nicolás Gómez, antiguo “Grano de Oro”, la Alcaldía ofició poniendo en conocimiento el retiro de ese local que tapa la obra de arte.

El documento con fecha del 14 de septiembre de 2017 dirigido a Magda Liliana Tafur administradora del centro comercial hace énfasis en que la obra y su conservación, intervención o afectación está regida por el acuerdo municipal 028 de 2003.

Ahora bien, el mismo documento firmado por la secretaria de Cultura de ese entonces Ana María Bernal Cortes, señala “que el mural es en la técnica de mosaico, presenta valores estéticos propios de la modernidad cincuentera y sesentera y representa elementos propios de la entidad cultural y ambiental del territorio tolimense”.

Por su parte la respuesta de dicha administración es que esta obra era del llamado edificio “Grano de Oro” y ahora es una propiedad horizontal cuyo nombre es Nicolás González Torres, por lo tanto, no les compete a ellos su conservación.

De no acatar las órdenes la administración de este edificio podría ser objeto de un proceso disciplinario ante la Procuraduría General de la nación porque se está desconociendo la norma del Estado en materia cultural y de conservación de bienes patrimoniales.

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El arquitecto Armesto ha expresado que esa administración del edificio ha desconocido las notificaciones de la Secretaria de Cultura, igualmente recordó que al otro costado se acondicionó el sitio para la ubicación de un almacén de ropa masculina, lo cual no está permitido.

Sin embargo, anotó que la gente está en su derecho de observar esta obra de arte del maestro Alberto Soto Jiménez de quien se conoce algunos aspectos de su vida y que está a punto de desaparecer sino es rescatada por la administración municipal, dado que la administración y los propietarios del edificio Nicolás González no han demostrado interés en su conservación.

Más aspectos del autor del mural

Este artista era ibaguereño de nacimiento y antioqueño por adopción, Alberto Soto Jiménez comenzó a destacarse desde muy temprana edad en el medio artístico de la ciudad de Medellín, dónde alternó con maestros como Pedro Nel Gómez y Eladio Vélez, quienes lo iniciaron en el proceso que venía cumpliéndose en él desde que tenía 16 años.

Fue uno de los fundadores de la Universidad del Tolima, además el artista consiguió, mediante su persistencia un aporte en ese entonces de 400 mil pesos del gobernador de la época César Augusto Cuellar Velandia para ese centro académico.

Nació en 1927, fue coordinador de la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Tolima y profesor de la Universidad Nacional de Colombia.

Entre 1956 y 1960 elaboró 2.300 metros de vitrales entre los que se encuentra el de la iglesia de San Simón, el llamado instituto IFOS y de la Universidad San Buenaventura de Bogotá, así como en diversas iglesias de la ciudad de Pereira.

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Además, este artista creador del mural del llamado “Grano de Oro” promovió en su momento la construcción de la Concha Acústica, aportó a la fundación del Deportes Tolima y al festival del folclor colombiano al lado de Adriano Tribín.

Igualmente, aportó al diseño del escudo de Ibagué por solicitud de Juan Lozano y Lozano.