Si aún no tiene claro el próximo destino de sus vacaciones, aquí le damos una opción para que descanse y disfrute con toda su familia a un bajo costo.

Murillo, población al norte del Tolima, se puede convertir en su destino para respirar aire puro, alejarse del atafago del tráfico de la ciudad y disfrutar de una completa calma. Este municipio está ubicado a 144 kilómetros de Ibagué por la vía que conduce a Alvarado. El pasaje que lo lleva hasta el Líbano, tiene un costo 13 mil pesos; el viaje tiene una duración de dos horas y media que le permite ver los paisajes del llano y la cordillera norte del departamento.

De alí, para continuar el paseo debe busca un carro que lo lleve hasta Murillo, el costo del pasaje es de 6 mil pesos y el recorrido por lo general tiene una duración de treinta a cuarenta minutos, donde el frió va aumentando hasta llegar finalmente a Murillo, el llamado techo del Nevado del Ruiz, cuya esplendor recibe al visitante como vigilante eterno. Luego la mirada al parque principal  y sus casas antiguas hechas en madera muy trabajada, como lo es la arquitectura de "Tabla Parada".

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Buscar alojamiento es sencillo y económico, el precio aproximado por noche es de 40 mil a 60 mil pesos, dependiendo la temporada. Una vez instalado podrá dar un paseo por la zona, conociendo así la cascada El Silencio o  la Cascada de La Planta de 30 metros de altura que antes utilizaba como fuente de energía para el municipio y que ahora es un tesoro natural, La Laguna del Escondite, Las Termales de la Cabaña, La Campanita y de La Yuca, además de los hermosos paisajes de páramos. Si desea conocer o llegar hasta el nevado como parte de su visita Parques Nacionales Naturales de Colombia se recomienda el uso de ropa y de calzado adecuado para conservar el calor. El brillo solar, que es más intenso por la radiación y su reflejo en la nieve, puede causar problemas en los ojos por lo que se deben proteger. La piel expuesta al sol y al viento helado se quema rápidamente y también debe cuidarse.

La gastronomía no se queda atrás, siempre está presente en el menú del día para deleitar a sus visitantes y hacerlos disfrutar de un sinfín de platos y bebidas como la agua de panela con queso, típica de la región;  eso sin mencionar la calidez humana de sus habitantes que siempre tienen un gesto amable para cada visitante, demostrando la humildad y el esfuerzo con el que ha salido este pueblo adelante.

Este es Murillo, la casa eterna del Nevado del Ruiz.   

Textos y fotos: Maicol Galindo Vargas