En medio de la agitada campaña electoral, el candidato a la gobernación del Tolima por el Partido Liga de Gobernantes Anticorrupción, William Ospina, ha resaltado un mensaje poco convencional pero profundamente significativo: "Votar no debe ser una obligación, sino una elección basada en un mensaje, una visión, y una construcción de región".
 
Cuando se le pregunta por qué los tolimenses deberían votar por él, la respuesta de Ospina desafía las expectativas y genera reflexiones en los ciudadanos: "Creo que no deben votar como si fuera una obligación, sino escuchando un mensaje, una forma de sentir, de mirar y construir nuestra región".
 
Ospina compartió con ElCronista.co que su decisión de postularse como candidato a la gobernación del Tolima surgió a raíz de la preocupación de un grupo de amigos por el futuro del Tolima. Considera que un cambio en la perspectiva y enfoque de la política regional puede conducir a grandes logros.
 
"Escuchen con atención los mensajes que los candidatos expresan y actúen con plena conciencia", instó Ospina. "Los partidos políticos no deben ser quienes dictan la conciencia y voluntad de la gente al momento de votar. La esencia de la democracia radica en la libre elección, en votar no porque se debe, sino porque se elige hacerlo. Es sobre lo que dicta el corazón al escuchar las propuestas de los candidatos".

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En un ambiente electoral donde la publicidad y los recursos financieros a menudo juegan un papel preponderante, Ospina destacó su enfoque: "Nosotros no contamos con los medios para inundar la ciudad con vallas publicitarias, pasacalles y afiches. Lo que sí tenemos son argumentos y una firme convicción de no tratar a los ciudadanos como un rebaño dócil, sino como ciudadanos maduros y conscientes capaces de tomar decisiones fundamentales para su futuro".
 
En tiempos en que la participación democrática a veces se siente como una obligación, la perspectiva de Ospina recalca que el acto de votar debe ser una elección libre y consciente, basada en la comprensión de las propuestas y valores de los candidatos, en lugar de ser resultado de imposiciones o presiones partidistas.