El fantasma que atormenta desde hace 30 años al candidato a la gobernación del Tolima Ricardo Orozco, que reapareció hoy en la W Radio, cuando le volvieron a remover hechos ocurridos cuando tenía 20 años y se desempeñaba como agente de la policía en el Putumayo.

Y rodó en pleno furor de una campaña política donde según los analistas tiene todas las posibilidades de ganar el principal cargo público del departamento.

Por estos días y a medida que se acerca las elecciones del 27 de octubre, se utiliza sin compasión ni piedad hasta la vida privada de los candidatos para pasarle todo tipo de cuentas, incluyendo aquellas que se fundamentan en odios y felonías, que rayan con la propaganda negra muy propia en estos procesos.

Esta situación engorrosa para Orozco lo obligó a realizar una rueda de prensa, donde calmadamente como es su estilo, explicó en detalle los hechos de ese 8 de febrero de 1990, donde resultó herido Guillermo León Valencia Arango, que a través del tiempo se han  convertido en su San Benito, sobre todo cuando de ocupar puestos públicos se trata.

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En esta oportunidad, Orozco Valero, resumió su defensa diciendo que no hubo un juicio justo y se le condenó sin el debido proceso ni el derecho fundamental y legitimo a la defensa, por lo que anunció que desde días atrás venía analizando con un grupo de abogados acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (Organización de Estados Americanos), para denunciar este caso y, a la vez, solicitar el pago de una indemnización que le negó el Consejo de Estado, por habérsele causado daño durante el tiempo del proceso como en el que estuvo privado de su libertad, sin justa causa,  según el afectado.

Estas mismas razones las amplió uno de sus asesores jurídicos, el abogado Gustavo Osorio, quien dijo que la decisión de acudir a la CIDH era en virtud al fallo de tutela de una sala administrativa del Tribunal Contencioso de Nariño, que había declarado que la sentencia en primera instancia contra Orozco, estaba "viciada de nulidad por haber violado los derechos fundamentales del debido proceso y defensa, lo que constituyen derechos humanos; y por lo tanto, habiendo ya agotado las instancias ante la justicia colombiana para que se resarciera el perjuicio causado, la justicia residual que es la justicia internacional, es el camino correcto para lograr esa indemnización y la solicitud de perdón por parte del Estado colombiano por los daños que le han causado a Ricardo Orozco", dijo el abogado.

Osorio, añadió que este escándalo es organizado por asesores de campañas que no tienen piedad ni Dios, no solo para causar daño al candidato sino a su familia y allegados que "reviven un pasado que nadie quisiera vivir". 

Por su parte, el candidato Orozco, insistió en que continuará su campaña tal y como está programada, que no tiene ningún impedimento para seguir adelante, que cuenta con el respaldo de las mayorías del Tolima, y que: "Este escándalo reciclado que me han montado, desaparecerá el 27 de octubre". 

Entrevista en la W Radio

En la mañana de este jueves, en la W Radio, el candidato Ricardo Orozco fue sometido a un intenso interrogatorio.

“Todo parece indicar que en lo que resta de la campaña este va a ser el caballito de batalla de los enemigos políticos de Orozco, toda vez que es el favorito para ganar”, le contó a El Cronista.co uno de los asesores del candidato en cuestión.

Los periodistas de la W Radio con preguntas diversas sobre el caso, pusieron contra las cuerdas a Orozco, pero este en tono pausado y sereno dio las explicaciones que por lo visto no convencieron a los reporteros. “Si bien la condena no está en firme porque fue revocada por una tutela, la condena existe y es por tentativa de homicidio”, le aseguraron los periodistas de la W a Orozco.

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Al final de la entrevista también le preguntaron a Orozco si conocía al señor Javier Sandoval Buitrago, conocido como ‘morrongo’ y si hacía parte de su campaña. A Sandoval Buitrago lo califican como ‘el rey de la contratación de alimentos’.

El candidato Orozco dijo que Sandoval  no estaba en su campaña y que la última vez que lo vio fue hace dos años.

Hay que decir que Ricardo Orozco ha sido diputado y secretario de despacho de la gobernación. En ese sentido, allegados a su campaña insisten que es evidente que este escándalo tiene fines políticos, y que contra el candidato nunca ha existido un investigación por corrupción o algo parecido.