El Partido Liberal en el Tolima ha sido históricamente mayoría. De los 47 municipios, por lo menos el 90 por ciento fueron de dominio liberal. Sin embargo, hoy el panorama es otro. 

Cuando se dice “fueron de dominio rojo” es porque en la actualidad la situación ha cambiado. El fervor liberal en el Tolima de épocas pasadas ya no es ni la sombra, como la que enarboló el último liberal de los grandes Alberto Santofimio Botero, que en su mejor momento llegó a guarismos electorales que en la actualidad son inimaginables (210 mil votos en las elecciones para elegir a Turbay y más de 165 mil votos al senado, en elecciones distintas). 

Tan raquítico se volvió el partido liberal en el Tolima que, en los últimos eventos electorales, a duras penas ha salvado una curul en la Cámara; se ha quedado sin senador y en la actual campaña para esa corporación ha decidido apoyar un candidato caldense.

Con este panorama hay quienes piensan que la esencia liberal en el Tolima podría resucitar en la elección presidencial de 2022. Y que el más seguro y responsable de ese renacimiento va a ser el hoy precandidato presidencial y líder del llamado Pacto Histórico, Gustavo Petro, por encarnar los verdaderos principios y programas liberales.

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Petro desde la campaña de 2018 dio los primeros pasos en procura de atraer a las bases del liberalismo. Su discurso ha estado direccionado en rescatar las tesis del partido liberal. Su mensaje ha sido el de reivindicar a Alfonso López Pumarejo, a Gaitán e incluso al mismo Luis Carlos Galán. Y eso desde luego le ha generado réditos.

Si bien en el Tolima a diferencia de lo que acaba de pasar en el Atlántico donde un grupo importante de dirigentes liberales por fuera del oficialismo anunciaron que se van con Petro, aquí en el Tolima todo indica que es el oficialismo liberal, llámese dirigencia en pleno, la que estará de frente con el líder del Pacto Histórico.

Si bien el máximo dirigente de esta colectividad en el departamento, Mauricio Jaramillo hasta el momento no ha dado ninguna señal en ese sentido, todos los caminos indican que más temprano que tarde hará el anuncio de su apoyo a  Petro. En las pasadas elecciones de hecho estuvo con Petro. 
 
Vale recordar que el actual representante a la Cámara, Ángel María Gaitán en varios escenarios ha dejado ver su simpatía por la candidatura de Petro, lo mismo acontece con la Olga Beatriz González, la candidata de Jaramillo.  Hay que mencionar que Olga B. en el reciente pasado fue gerente de una de las campañas políticas de Petro. 

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Otro dirigente de la lista de Cámara que si bien no ha expresado abiertamente su preferencia por Petro, tampoco la deja ocultar, se trata de Gentil Gómez, cuyo discurso es de los más gaitanistas dentro del grupo de los 6 que conforman la lista.

 Por su parte, Camilo Delgado ha sido cercano al senador Luis Fernando Velasco quien también se ha mostrado abiertamente partidario de Petro, lo que es una señal evidente que Delgado estaría en esa misma línea. Sin dejar de mencionar que uno de los primeros liberales que abiertamente se declaró petrista fue César Picón.

Así las cosas, quién iba a pensar que Gustavo Petro podría convertirse en el resucitador del liberalismo en el Tolima, hoy de capa caída, debido al manejo clientelista y politiquero que en las últimas 3 décadas se la ha dado por parte de su dirigencia.

Los sectores populares del liberalismo, a nivel nacional, se han divorciado de las directrices de César Gaviaría, y por ende, su candidato Alejandro Gaviria, no ha despegado en las bases de este partido que lo consideran más de lo mismo.

Consideran que la propuesta de A. Gaviria,   simplemente barniza el modelo económico neoliberal, el que se considera el padre del incremento de la desigualdad y malestar social que hoy vive el país, que no representa ningún cambio verdadero a los ingentes problemas que afrontan la clase media, pequeños y medianos empresarios, empleados, trabajadores  y sectores populares.
 
Así las cosas, Petro es la única figura que representa los principios y anhelos liberales de transformación y cambio.