En un breve texto de 285 palabras, el escritor tolimense Carlos Orlando Pardo, desnuda otra realidad de la violencia actual donde en un año se han cometido 60 masacres, pero además de eso prácticamente los responsables del Estado señalan a las víctimas como responsables de los ocurrido. 

Esta es la respuesta que el conocido escritor envía al exministro y exsenador Alberto Santofimio Botero, con motivo de una comunicación que bajo el título de "Hay que parar la absurda caravana de la muerte", público este portal el día anterior, donde el exdirigente liberal hacia un juicio crítico de la situación de violencia que vive el país.

• Nota en contexto:"Hay que parar la absurda caravana de la muerte": Alberto Santofimio

La carta de Carlos Orlando Pardo dice: 

"Querido Alberto: recibí con alegría la carta que me envías donde no sólo cumples tu tarea de observador perspicaz de la naturaleza pródiga sino de la realidad del país en torno a la violencia actual. 

Me alegra que en tu tintero permanezcan estas angustias como en la de todos los colombianos, pero si bien es cierto precisas “desprecio a los perversos y malevos”, a “Este miserable río de sangre y sacrificio estéril de vidas humanas que hay que detener con firmeza  y  con corazón indignado,, sin permitir, que gentes desalmadas lo sigan  convirtiendo, con despreciable oportunismo en siniestro combustible del  ciego e irresponsable odio político”, también lo es que no me queda claro para dónde son los tiros, aunque entiendo como tantos que como víctima ejemplar de la injusticia lo haces a nombre de los rebeldes y no de la oficialidad, llevando a cabo el método como en el tiempo de los nazis contra los judíos buscando acallar a los opositores. 

Acá llevamos 60 masacres en tan sólo un año como si nos regresaran a la guerra y nos condenaran de nuevo al miedo y al silencio si queremos proteger algo la vida. Justifican crímenes atacando a las víctimas y creen que los problemas nacen de los opositores cuando han creado condiciones para que existan. Acá vive vigorosa la violencia porque nunca se han atacado sus causas y los problemas siguen siendo los mismos. 
Nos duele que a nuestros nietos la violencia les robe la infancia como nos la robó a nosotros. “La entraña mágica de los libros”, como dices, nos salva un poco de este cataclismo social en que nos encontramos". 
Inmenso abrazo,

Carlos Orlando Pardo