Definitivamente el partido conservador, desde hace muchos años, se pega como rémora a los ganadores no importa el partido o candidato ganador. El todo es no perder la mermelada del poder. No importan los principios, ideologías o programas.

Para ello utilizan diversas estrategias para no despegarse de la burocracia y los contratos. En esta oportunidad, acuden a la 'división creadora' y dejan en libertad a sus congresista para que unos apoyen a Iván Duque y otros a Germán Vargas Lleras, algo así como ganar con cara y con sello, el todo es asegurar las canonjías que dispensa el régimen.

El conservatismo desde hace tiempo perdió la vocación de poder, y por ende sus propuestas y proyectos como partido son sinónimos de conquistar prebendas, así tengan que ir a remolque de cualquier avión fallando.

Entretanto, en el Tolima, Cambio Radical y sus aliados conservadores y de la U, hacen esfuerzos para concentrar seguidores no obstante de disponer de todo el andamiaje burocrático de la gobernación y de los contratistas que constituyen una nómina paralela como lo denunció el diputado liberal Carlos Reyes. (Puede leer: La nomina paralela de la Gobernación del Tolima). La candidatura de Vargas Lleras, la mueve la maquinaria gubernamental, la chequera oficial y de ciertos ricachones que quieren que todo continúe como está. Aquí no se avizoran cambios ni transformaciones.

En cuando al Centro Democrático (CD) y su candidato Iván Duque, el único refuerzo que ha recibido es el de Carlos Edward Osorio, aspirante al senado quemado, proveniente de la U, con su fuerza electoral en decadencia y cuestionado por muchas de sus actuaciones políticas. (Puede leer: Ferro y su prueba de fuego).

Por su parte, el partido Liberal hasta el momento, y faltando pocos días para la primera vuelta, continua su descanso y la candidatura de Humberto De La Calle, permanece en el congelador, pese a ser considerado por muchos electores, como el mejor candidato a la presidencia. Y algunos afirma que el liberalismo tiene más candidato que partido, el nombre de De La Calle, escasamente se mueve en los círculos de opinión política de Ibagué y el Tolima, porque en su partido es poco o nada lo que se ha hecho para impulsar su candidatura. Lamentable que esto suceda con un candidato tan bueno y con un partido que ha sido referente histórico de las luchas sociales del país como el Liberal.

En las todas donde se aprecia un trabajo místico y que más se mueve en sectores populares es la de Gustavo Petro. Pese a no tener una estructura orgánica ni política, diversas sectores de centro, izquierda, liberales y conservadores de base, hacen manifestaciones a diario en apoyo al candidato de la Colombia Humana.

La candidatura de Petro, con el acto que realizó en el parque Manuel Murillo Toro, considerado por algunos observadores políticos como de histórico, se ha fortalecido e indudablemente promete convertirse en una sorpresa.

La candidatura de la Colombia Humana, ha ganado espacios en diversos sectores, entre ellos liberales y conservadores en el Tolima y en otros lugares del país y se considera que pasará a la segunda vuelta, en caso que esta se presente. (Puede leer: Petro tiene en la encrucijada al liberalismo y otros partidos)