Por: Cristian Aponte

El pasado 2 de mayo del 2023 el Deportes Tolima enfrentó a São Paulo, en el marco de la fecha tres de la Copa Sudamericana. Aunque el horario no ayudó a que los hinchas del vinotinto y oro asistieran en masa, los seguidores fieles sí pudieron ir y presenciar la primera salida del estratega argentino Juan Cruz Real.

Era un compromiso vital dado que las últimas presentaciones del Tolima fueron desastrosas en todas sus líneas y este encuentro era para redimirse y tratar de darle la vuelta al asunto.

El nivel de los jugadores del equipo rival era alto y por eso el onceno pijao trataba de salir por la banda derecha con Estefano Arango y muy poco por el lado izquierdo, en donde el regreso de Jeison Lucumí esperanzaba al DT. Y así transcurrieron los primeros 45 minutos, aburridos y sin un fútbol vistoso por parte de los equipos.

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Sin embargo, el Tolima realizaría dos variantes ofensivas pensando en sumar los tres puntos. Aunque en los primeros quince minutos del segundo tiempo los pijaos sometieron al equipo brasileño por las bandas, dichas aproximaciones no eran efectivas. Y el equipo visitante aprovechaba muy bien los espacios pero sin efectividad. Se fueron los 90 minutos y el equipo de Ibagué se resignó y decidió aguantar el 0-0.

No existe una mejoría. Pareciera que los jugadores no quisieran la camiseta y algunos medios locales titularon que el problema era el técnico. Pero, es que son los mismos jugadores que se echan la soga al cuello cuando es su profesión y tienen que darlo todo en los 90 minutos, porque deben entender que el hincha hace un sacrificio enorme en comprar una boleta y estos personajes parecen que lo hacen a propósito.

En tal sentido, este resultado no es positivo para las aspiraciones de los pijaos en acceder por lo menos al playoff y seguir en torneo internacional. Un gran trabajo le queda al nuevo técnico gaucho y es tratar de darle la vuelta a esta vaina que parece insostenible… Y si los resultados no acompañan, mucho peor.