Por Julián Rodríguez - Abogado-Precandidato Concejo de Ibagué

Entramos al año electoral de las regionales de octubre de 2023 y quisiera compartir algunas opiniones sobre este asunto. Con el nuevo gobierno de Gustavo Petro, hemos evidenciado que en la práctica, se ha venido gobernando también con la mayoría de los partidos y dirigentes de la política tradicional colombiana, con el Partido Conservador, Liberal, la U y para poner un ejemplo en la región, los congresistas del Tolima, del partido conservador y liberal, hacen parte de la coalición de gobierno.

Estos mismos dirigentes en el plano regional, intentan construir el argumento, falso por demás, que aquí solo existen dos opciones para las elecciones. En este año, esas campañas se verán robustecidas por la influencia de la administración nacional y departamental, que jugarán sus cartas para mantener el poder 4 años más.

Sin embargo, no solo existen estas opciones, sectores independientes del departamento constituidos por partidos y movimientos políticos, organizaciones  sociales, juveniles y de la ciudadanía en general han venido adelantando conversaciones para confluir en una propuesta distinta para el departamento, que permita tener candidaturas diferentes, con una visión amplia y que participe en las elecciones regionales de este año.

La situación regional es compleja, la economía ha venido fallando, como resultado de la política económica de los últimos 30 años, que ha disminuido el mercado interno de la región, reemplazando bienes agrícolas e industriales, por altas importaciones que han generado altísimos niveles de desempleo e inseguridad, disminuyendo seriamente nuestra identidad laboral y cultural.

Para poner un ejemplo, por más de 15 años Ibagué,  no ha salido del top tres de las más desempleadas del país.  Sumado al desmedro administrativo y clientelismo de la clase política tradicional, son hechos que no permiten que la ciudad resuelva los problemas estructurales que la han afectado.

Mi invitación al empresariado, al sector educativo, de la administración pública y la ciudadanía en general es a aunar esfuerzos para desarrollar proyectos que permitan generar empleo decente, dirigiéndolo especialmente a los jóvenes y las mujeres, así como incentivar la industria y la producción agropecuaria, con iniciativas que garanticen el acceso pleno  a los servicios públicos, con tarifas justas, al mejoramiento de las vías y por supuesto con garantía de acceso la educación, al deporte, la cultura y la seguridad ciudadana.

La región merece una opción diferente a la que ofrecen hoy las fuerzas políticas tradicionales. Urge que la ciudadanía participe activamente, ejerza control social y político, que elija en la administración de lo público personas transparentes, que tengan la capacidad y el genuino deseo de resolver los problemas. Ibagué cambia, si cada ciudadano es consciente sobre lo que pasa a nuestro alrededor y de esta manera toma decisiones diferentes que permitan elegir representantes decentes y construir una ciudad moderna.